Son mucho más tiernos y sabrosos: tanto, que nosotras hasta nos los comemos crudos a modo de snack. ¿Por qué no? Tienen muchísimas propiedades.
Los Guisantes frescos contienen proteínas, hidratos de carbono y agua (el 78%). Entre sus nutrientes cabe destacar su contenido en:
vitamina A (en forma de betacaroteno), niacina, ácido ascórbico, tiamina (vitamina B-1), riboflavina (vitamina B-2), y minerales como potasio, fósforo , calcio, sodio, hierro, entre otros.
Los guisantes también son una buena están indicadas en situaciones de esfuerzos físicos, cansancio y debilidad, por lo que pueden incluirse en la alimentación de los niños, y mujeres embarazadas o personas que estén expuestas a grandes esfuerzos físicos o mentales, como deportistas y estudiantes.
Ayudan a eliminar el colesterol (ya que facilitan la absorción de la grasa (colesterol) depositada en las venas.
Son buenos para el sistema nervioso, cuando el estado de ánimo está un poco “bajo” y para situaciones en las que es difícil concebir el sueño ya que tiene unas ligeras propiedades tranquilizantes.
Los guisantes verdes frescos también se pueden comer crudos (recién desenvainados) como un entremés con sal gorda. Están riquísimos. O también se pueden comer solos, sin más, como un pica-pica entre horas. Sano, nutritivo y natural!!
Besos desde mi blog!!!