Gusanos con materia gris estudiados por biólogos

Por Fat

Sin corteza cerebral -la materia gris- el ser humano sería menos humano, ya que el arte, la literatura y la ciencia no existirían si esta fascinante parte del cerebro humano no hubiera emergido en algún antepasado menos inteligente en tiempos prehistóricos. ¿Pero qué pasa en los animales que no tienen corteza cerebral? Pues investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular han descubierto que existe una verdadera contraparte de la corteza cerebral en un invertebrado, el gusano marino. El hallazgo, que se publica en la revista Cell, da una idea de cómo eran los núcleos cerebrales más antiguos y cómo los utilizaban nuestros ancestros más primitivos.
El gusano marino Platynereis dumerilli es un primo muy lejano del ser humano, ya que el último ancestro común vivió hace 600 millones de años. "Se pueden sacar dos asombrosas conclusiones de este descubrimiento", explica Detley Arendt, que dirigió el estudio. "En primer lugar, la materia gris es mucho más antigua de lo que pensábamos, probablemente tan antigua como los animales superiores. En segundo lugar vemos que apareció como una adaptación de la vida marina primitiva en los océanos del Precámbrico".
La antigua estructura común a los gusanos y los seres humanos fue seguramente un grupo de células densamente agrupadas, que recibían y procesaban la información sobre los olores y controlaban directamente la locomoción. Pudo permitir a las criaturas que se arrastraban por el fondo del mar identificar fuentes de alimentación, acercarse a ellas e integrar experiencias previas en alguna forma de aprendizaje. "La mayoría de los expertos creían que las estructuras de los invertebrados y de los seres humanos surgieron de forma independiente durante la evolución, pero hemos probado que seguramente no fue así", explica Raju Tomer, que diseñó el experimento. Y Arendt concluye: "La historia de nuestra corteza cerebral debe de ser rescrita".


**Publicado en "El Pais"