Habrán leído que el Parlamento Europeo ha aprobado un informe en el que advierte del elevado gasto sufragado para adquirir vacunas contra la gripe A en 2009 y 2010 y ha reclama revisar los planes de prevención y gestión de futuras epidemias de gripe para aumentar su eficacia y coherencia.
Los eurodiputados critican el gasto de miles de millones de euros para adquirir vacunas contra la cepa H1N1 que provocó la muerte de 2.900 personas en abril de 2010, frente a las 40.000 atribuidas a la gripe estacionaria y han reclamado una mayor colaboración entre los estados miembros para aumentar la eficacia de planes de prevención de pandemias futuras. También han pedido a la Organización Mundial de la Salud (OMS) que revise su concepción de pandemia, teniendo en cuenta su gravedad y no sólo la extensión geográfica en el futuro. Y que de paso también revise los conflictos de intereses en los que incurren muchos de los científicos a los que consulta sobre epidemias y vacunaciones, que fue la clave de la pasada inexistente pandemia.
Los eurodiputados han reclamado más financiación para combatir futuras pandemias. Parece como si se esperera siempre a alguna pandemia. Y puede que no vayamos muy desencaminados. Si la cepa de gripe H1N1 no consiguió “su cometido” quizá lo logre la H2N2. El mismo periódico del que tomo la información anterior publica un día después sobre La ‘amenaza fantasma’ de la gripe del ‘baby boom’. La información se basa en lo publicado la pasada semana en la revista Nature (la revista científica de mayor impacto) firmado por científicos de EE.UU. que trabajan en un centro de investigación de vacunas de los Institutos Nacionales de Salud estatales y que no declaran sus posibles conflictos de interseses. Estos piden que se tomen ya medidas para evitar “la próxima pandemia de H2N2″. Ésta es una cepa que causó entre uno y cuatro millones de muertes desde 1958 y durante la mayor parte de la década de los 60. Variantes mutadas de ese virus aún están presentes en aves y cerdos, al igual que las causantes de varias alertas sanitarias en los últimos años.
Además, estos científicos recuerdan que la población menor de 50 años no tiene apenas resistencias contra el H2N2, debido a que se dejaron de administrar vacunas contra esta variante tan pronto como desapareció la pandemia entre humanos, para ser sustituida por la actual gripe común. Por ello, recomiendan que se vuelva a administrar esta vacuna hasta inmunizar a la población, o bien que se vaya preparando desde ahora la respuesta a una eventual pandemia, ya sea apilando existencias para poder distribuirlas con rapidez o, al menos, preparando a la industria por si tuviera que empezar de nuevo a fabricarlas masivamente.
En fin, con el cuerpo del muerto pandémico de la gripe A todavía caliente sobran los comentarios, por respeto al difunto, pero quizá estemos ante la preparación de una nueva campaña de marketing del miedo para hacer otro gran negocio vendiendo antivirales y vacunas.
Más info: En el libro La salud que viene. Nuevas enfermedades y el marketing del miedo.