boca de niño
¿Verdad que son terribles esas personas que hablan sin tomar aire y son incapaces de dejarte añadir ni una sola palabra? Luego están las que hablan más de la cuenta y aunque dejan que los demás participen, al final meten la pata, porque al hablar en demasía es más fácil decir alguna inconveniencia o que se les escape algo que no habían pensado decir. A veces hablamos más de la cuenta cuando estamos inquietos, nerviosos y perdemos el control. También están los mudos, que suelen ser hombres, que hablan poco o nada. No tienen tanta necesidad de charloteo. En fin, que unos necesitan hablar más y otros menos. Pero lo que no hay que olvidar es que tenemos dos orejas y una boca y que escuchar es una gran cualidad. Da gusto estar con personas que saben escuchar con tranquilidad, sin precipitación, tratando de comprender lo que les están diciendo. Estas personas suelen tener mejores relaciones con los otros, escuchan a sus padres, a sus parejas, a sus hijos. Y muchas veces escuchar con atención es conocer al otro, comprenderlo y en consecuencia, quererlo.El consejo número de Gurdjieff a su hija fue:Habla solo lo necesario