Hablemos de los animales: la humanidad de la anestesia en animales de experimentación versus la crueldad de las corridas de toros

Por Lemalpartida

Este blogger está en contra de toda forma de crueldad contra los animales y, a pesar de su importancia para el progreso de la medicina, no simpatiza con la cirugía experimental en perros, cerdos, conejos, etc.
Este blogger detesta ese sádico espectáculo de extrema tortura y muerte que es la corrida de toros.
Sin embargo, aunque uno no simpatice con la cirugía en animales de experimentación, no se puede negar que es necesaria para el entrenamiento de especialistas en formación y la evaluación de nuevos y mejores medicamentos. Por tal motivo este blogger lucha por un adecuado y humano tratamiento pre, intra y post anestésico a los animales que van a ser "operados" (algunos sin posibilidad alguna de sobrevivir) en aras de la ciencia.
Años atrás los animales de experimentación experimentaban en los últimos momentos de su vida la peor de las torturas. De manera desordenada (sin protocolo alguno), cruel y sin anestesia perritos, cerditos, conejitos, eran desollados vivos por algunos desgraciados que se autodenominaban "cirujanos experimentales".
En los últimos años, felizmente, la corriente es evitar que el animal que va a ser sometido a experimentos u operaciones sufran lo menos posible. Ahí está el humano rol de la anestesiología.
Pero los cuidados preoperatorios en modelos de experimentación no sólo abarcan a la anestesia para que los animales se sometan a la cirugía sin dolor. También tienen que ver, con respecto a los días previos al procedimiento, con un adecuado lugar de permanencia, buena alimentación, un ambiente exento de estrés y un razonable periodo de ayuno.

Y ni qué decir del importante papel del anestesiólogo veterinario al lograr que una intervención quirúrgica no sea un martirio para nuestras queridas mascotas.
Los invitamos a revisar el siguiente enlace, estimados visitantes. 
Guía para el cuidado y uso de los animales de laboratorio
En conclusión, el paso de los años nos ha hecho más humanos en el trato con los animales. Hay leyes que penan su maltrato, hay protocolos de anestesia que evitan su martirio en cirugía veterinaria y en cirugía experimental.
Entonces... ¿Por qué mientras unos dirigen todos sus esfuerzos hacia el logro de minimizar el sufrimiento de los animales, otros se esmeran en masacrar a pobres toros y en aplaudir su tortura y su muerte?

Es incompatible ser anestesiólogo y gustar de la tauromaquia, y no hay que olvidar el refrán:
El que la hace, la paga.