Hacer una página web ¿es fácil?

Publicado el 01 junio 2015 por David Gomez @davidgomez_r

Hacer una página web ¿es fácil?

Con la cantidad de herramientas, CMS, temas y plugins existentes en el mercado podríamos decir que hacer una página web es muy fácil. Pero aquí, como en todo, la cuestión está en los matices, porque si bien hacer una página web es muy fácil, hacer una página web que responda a tus necesidades y expectativas ya no lo es tanto.

Foto por Walter en Flickr (CC)

No hay más que poner la televisión y enseguida verás aparecer anuncios sobre lo fácil que es hacerte tu propia página web y modificarla sin esfuerzo, Al fin y al cabo, podemos pensar que una web no es más que unas fotos de nuestros productos o servicios y un poco de texto explicando sus características, aunque esto es lo mismo que decir que un automóvil no es más que un cajón con cuatro ruedas y un motor.

Es cierto que esas herramientas pueden servir para hacer tus pinitos y para conseguir estar en la web, sin embargo, tener una página web no quiere decir que tu página sea efectiva.

La inmensa mayoría de las tiendas tienen a alguien que o bien es escaparatista, ya sea propio o externalizado, o bien ha hecho, al menos, un curso de escaparatismo. ¿Por qué? Pues porque hay que saber compensar los volúmenes, los colores, las texturas, etc. para conseguir hacer un escaparate que llame la atención del público que pasa por delante.

Pues bien, en el caso de las páginas web el problema es el mismo pero multiplicado por 100. Piensa que una vez que tu visitante llega a tu web esta se convierte en una extensión virtual de tu empresa o negocio con el agravante de que no hay nadie para guiarle.

No hay ningún comercial que le salga al paso para guiarle, asesorarle y sugerirle soluciones alternativas para suplir su necesidad o para responder a sus objeciones. Por ello, la web debe estar muy bien estudiada y diseñada para que el entorno virtual le resulte cómodo y fácil de entender y para que los contenidos respondan a las objeciones más habituales en cada uno de los estadios del proceso de compra.

Por otra parte, muchas veces la visita se va a producir como consecuencia de un proceso de búsqueda y entonces el diseño de tu web empieza antes de la propia visita. Empieza por el propio snippet o resumen que ofrece Google y debe continuar por ofrecer unos contenidos que destaquen de entre los de tu competencia, un diseño atractivo para tu público objetivo y un lenguaje atractivo y seductor (en el buen sentido). Piensa que como tú es probable que haya miles, así primero debes seducir al buscador para que te posiciones en los primeros lugares y, después, tienes que seducir al posible visitante para que haga “clic” en tu enlace y no en el de la competencia.

Asimismo, recuerda que conseguir convertir a un visitante en cliente implica una media de 7 contactos previos (visita inicial, comparación, ver testimonios de clientes, contactos en redes sociales, ofertas, etc.) y para que estos 7 contactos ocurran tu web debe ofrecer unos contenidos adicionales que sean de tanto interés para tu visitante como para despertar su deseo de volver.

El objetivo final de toda web empresarial no es otro que conseguir ventas. Esto implica trabajo de diseño gráfico, creación de textos seductores, creación de contenidos de interés, diseño (copywriters), programación, estrategias de presencia y distribución, redes sociales, arquitectura de contenidos, etc., y esto no se consigue sin buenos profesionales.

Evidentemente, todo esto tendrá un reflejo en la factura final, pero créeme, por barata que sea la alternativa, si no contempla esto en su propuesta, estarás tirando tu dinero a la basura. ¿O cuando vas a comprar un vehículo te conformas con el cajón con ruedas?

¿Nos cuentas tu experiencia con tu web?

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Nos vemos.