Me explicó que nada más entrar a su casa había unas puertas de cristal y él había decidió sustituirlas por una cortina que resultara ligera (y viendo el resultado además original, reciclada y única).
Me dijo que compró un rollo de hilo de cuero, del que se utiliza para hacer pulseras. Además buscó unos abalorios de colores y el resto fue un trabajo de chinos:
-Chafar las cápsulas (después de haberlas vaciado y limpiado).
-Pegarlas de dos en dos con pegamento dejando la cuerda en medio.
-Ir haciendo los nudos y colando abalorios entre cápsulas.
-Para colgarla utilizó una barra de cortina de las de toda la vida.
El otro día me contó que su gato jugaba mucho con las cápsulas así que para evitarlo ha creado unos alzapaños con el mismo sistema, de manera que pueda recogerla cuando le interese.
Gracias Enric por compartir tu cortina!