Haiku

Por Ktikaa @XKRedes
 Es una de las formas de poesía tradicional japonesa  más extendidas. Su temática está relacionada con la naturaleza.


Tradicionalmente el haiku, así como otras composiciones poéticas, buscaba describir los fenómenos naturales, el cambio de las estaciones, o la vida cotidiana de la gente. Muy influido por la filosofía y la estética del zen, su estilo se caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con ésta la eternidad.
una isla de oro
con playas del olvido
todas las tardes

hoy el rocío
borrará la divisa
de mi sombrero

Sensación de vacío 

春はうつろな胃袋を持ちあるく
Haru wa utsurona ibukuro o mochiaruku
SANTÔKAPrecisamente en primavera,
esta sensación de vacío…
¡En el estómago que llevo a cuestas!Un haiku lleno de matices, de intención poética. Comienza con un Haru wa, “precisamente en primavera”, “no sé si sucede en otra estación del año, pero lo que es en primavera…”. Nos produce un cierto suspense lo que vaya a continuar diciendo. La primavera –poéticamente hablando- es uno de nuestros totem sagrados y recelamos que pueda sacársele la menor falta. La segunda palabra es utsurona, “vacío”. Pero no vacío como está un frigorífico antes de hacer la compra, sino vacía como está la habitación de un hijo tras su muerte. Será el mismo adjetivo japonés que emplearemos para “tener la mirada perdida” o “tener la cabeza ida”, para “un corazón que no ama”, “una vida sin sentido”, o “una palabra ociosa”. Cabría esperar para este adjetivo un sustantivo que mantuviese el nivel de emotividad. Y es precisamente entonces cuando Santôka rompe el aire meloso del poema con una palabra vulgar: ibukuro (“estómago”). Automáticamente, el adjetivo “vacío”, que corresponde gramaticalmente a “estómago” trata de separarse todo lo que puede de su obligado sustantivo y acercarse artificialmente a la “primavera” que dio origen al haiku. Santôka no ha seguido las leyes del habla común, que habría dicho “estómago vacío” de otro modo: karappo no ibukuro. Porque quería cogernos por sorpresa. Si no traducimos el haiku palabra por palabra, tal como se va produciendo en la mente del poeta y tal como luego lo expone en el original, la intención de Santôka se nos pierde.una campana
tan sólo una campana
se opone al viento

cuando uno viaja
también viaja con uno
el universo

Así, con la traducción palabra por palabra, hemos comprendido lo esencial: cómo el haiku súbitamente abandona el carácter sensible que le dieron sus dos primeras palabras (primavera, sensación de vacío) y se ha transformado en un haiku queja humorística. Podría haberse escrito así: “Sí, en primavera, yo también siento una sensación de vacío… ¡Pero en el estómago!...”.
¿zurdos o diestros?
no sabe no contesta
pero estornuda

Para concluir, el cuarto verso acaba la broma: es un estómago que no sirve para otra cosa que para cargar con él mientras se camina. En resumen, componen este haiku dos palabras que nos han elevado a los cielos de la sensibilidad y dos que nos han hecho esbozar una sonrisa de pura realidad. Ambos aspectos del mundo –lo sublime y lo terreno- comparten haiku con una fractura en su exacto centro. La intención de Santôka no puede ser más malévola. Es un haiku que echa a la cara de los románticos, un golpe artero dirigido al hígado de una cultura literaria proclive a la contemplación desde las terrazas de los palacios.
+
melancólico
abro la caja vieja
allí estamos



tu recuerdo va
en la lluvia cayendo
diluyéndose



las añoranzas
son menos añoranzas
cerca del río



el que se queda
dormido entre laureles
sueña entre abrojos


cada suicida
sabe dónde le aprieta
la incertidumbre

la rabia dulceno sirve sólo vale
la rabia amarga


sobre la rama seca
un cuervo se ha posado
tarde de otoño


por este puente
transcurren ilusiones
y contrabandos















inmóvil juego
disfrazado de nada
nunca el mismo





sin ti ya no soy
sin ti no siento nada
sin ti música



callan las cuerdas - la música sabía - lo que yo siento



un exiliado
lo será de por vida
y de por muerte


de la escritura
sólo el apocalipsis
nos acompaña


me siento triste
acordándome de ti
y de tus poemas

que rojo las ví
un otoño bonito
hojas de arce

cuántos semáforos
para encontrar la senda
del viejo escrúpulo

visión en sombras
llora una anciana sola
la luna como amiga

el bosque crea
nidos juncos en fin
vocabulario


los pistoleros
no se arrepienten piden
mejores cómplices.