Y en el fondo tendría que habérmelo imaginado. Llevábamos dos semanas practicando los golpes y las combinaciones básicas. Apenas veíamos nueva teoría, y las clases se podrían resumir en golpe, golpe, golpe, patada, patada, golpe; cual combo de Street Fighter o Tekken. Hoy por fin nuestro sensei ha sido claro: "quien tenga protecciones que se las traiga a la próxima clase".
Así pues este finde, que ando por Sevilla, me pasaré a comprarme los protectores necesarios para mis clases de Kenpo.¿El motivo? De este modo tengo la absoluta certeza de que mis oponentes me combatirán al 100%. No quiero ganar una batalla sin saber que el otro se está esforzando al máximo.
El análisis de adversarios es interesante. A estas edades a quienes nos gustan las artes marciales ya hemos probado alguna que otra. Hay un chico amante del boxeo, suele hacer juego de piernas cada vez que empezamos con los puñetazos. Otro tenía un cinturón intermedio en Karate Shotokan. Sinceramente, se la tengo guardada a uno que alcanzó cierto nivel en Aikido, véase excusa para "no soy capaz de controlar mis golpes".
Y tengo algo de reparo, y no porque con tan pocas técnicas parezca más lucha libre o kick boxing que artes marciales. Quienes tenemos cierto dominio de este tipo de actividades sabemos más o menos cuándo pararnos. Si te quedaste a la mitad, eres más peligroso. Muchas veces sobreestimas o infravaloras a tu compañero, o a ti mismo, con las graves consecuencias que ello conlleva. Crees que el otro sabe más, intentas ejecutar tu "golpe especial" y le partes la nariz. O el gallito que se pone chulo con el sensei, o un compañero, lo ataca a traición y acaba rompiendo huesos que no debe.
El boxeador depende demasiado de sus puños, y mueve en exceso los pies y la cadera para los golpes (como tiene que ser en boxeo). El Karateka es joven y está excesivamente seguro de sí mismo. Respecto al de Aikido, aún no lo he visto combatir. Por mi parte, veremos si tantos años de inactividad, y el estrés (y kilos) de "Legal" y el MIR me han pasado excesiva factura .
Dejo unos vídeos demostrativos de Kick boxing y Muay Thai, las artes marciales más duras y, probablemente, a lo que me enfrentaré en la próxima clase.
PD: Os mentiría si no dijera que hasta el último de los músculos de mi cuerpo arde en deseos de un combate de sparring...