La aparición de comida emponzoñada dirigida a envenenar perros se extiende por toda la ciudad. Ayer fue en el barrio de Pumarín. Una mujer que paseaba a su perro por la calle de Badajoz descubrió bajo un andamio un trozo de chorizo repleto de palillos redondos y recubierto por bridas. «Vi que estaba comiendo algo y me pareció raro porque nunca se lleva nada a la boca. Me fijé y vi que era chorizo y que estaba lleno de palos», explica Marietel Fernández Fernández.La afectada decidió llevarse la carne a casa y presentarla luego como prueba en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, donde acudió a interponer la pertinente denuncia. Su animal no resultó afectado, ya que le retiró el chorizo antes de que se tragase los palillos. No obstante, tuvo que llevarlo al veterinario para que le examinase. Según ha podido saber EL COMERCIO, no se trata de un hecho aislado. Hace pocos días apareció en una zona ajardinada de la avenida de Gaspar García Laviana otro trozo de chorizo con el mismo contenido. Avance de las investigacionesSin embargo, la situación más preocupante, y donde se están centrando las investigaciones, es en la plaza de León XIII, en el barrio de El Llano. La Policía habría ya estrechado el círculo en torno al autor del envenenamiento de una decena de perros a finales de junio. En aquella ocasión, los canes ingirieron trozos de carne infestados con agujas. Al menos diez perros resultaron afectados y tuvieron que ser operados de urgencia para extraerle los objetos punzantes de estómago e intestinos. Alguno de ellos aún no se ha recuperado totalmente.En esa plaza se repetía hace apenas dos semanas un episodio similar. Un pastor alemán tuvo que ser intervenido con motivo de las siete agujas que había tragado al comer un pedazo de tocino. Los usuarios de la plaza comprobaron que había otros trozos repartidos por el parque. Estas crueles acciones están ya en manos del juez instructor. Mientras, el Cuerpo Nacional de Policía estrecha la investigación en torno a un vecino de la zona que podría estar involucrado en los envenenamientos. No obstante, se mantienen abiertas varias líneas, que se espera fructifiquen en los próximos días para aportar tranquilidad al barrio. En El Cerillero murieron tres perros en las mismas circunstancias.http://www.elcomercio.es/v/20110825/gijon/hallan-pumarin-chorizo-emponzonado-20110825.html