Un equipo de científicos portugueses ha descubierto una forma de frenar la evolución de un tipo de leucemia que afecta a los niños y que abre las puertas al desarrollo de un tratamiento alternativo al que hoy existe.
El descubrimiento es responsabilidad de un grupo de investigadores del Instituto de Medicina Molecular (IMM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lisboa, coordinado por Joao Taborda Barata, y los resultados del trabajo se han publicado en la revista científica internacional Oncogene.
El comunicado publicado por el IMM muestra conclusiones "bastante promisorias en lo que respecta al potencial desarrollo de una medicación alternativa para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda de células T (LLA-T), un tipo de leucemia bastante frecuente en niños", así lo publica ABC.es.
La investigación se ha centrado en el comportamiento de una proteína, la CHK1, en enfermos, y concluye que dicha sustancia se encuentra híper activada por lo que permite la viabilidad de las células tumorales y proliferación de la enfermedad.
Si inhibimos el CHK1 las células tumorales se quedan tan nerviosas que acaban por morir". De esta forma entienden que la proteína CHK1 "es un nuevo blanco molecular para potencial intervención terapéutica en leucemia pediátrica".
Para llevar a cabo la inhibición de la proteína utilizó un compuesto farmacológico, PF-004777736, capaz de interferir en la proliferación de las células afectadas y de interrumpir su ciclo de vida, disminuyendo el desarrollo de la enfermedad.
Enfermedad LLA-T
LLA-T es un cáncer de la sangre frecuente en los niños que se caracteriza por el aumento descontrolado del número de linfocitos T (glóbulos blancos), las células del sistema inmunitario responsables de reconocer específicamente y neutralizar agentes externos causantes de la infección. Las células T se producen en la médula ósea y se encuentran normalmente en la circulación sanguínea. Según explica el IMM, la incidencia de LLA-T en general es relativamente similar en Europa y en los Estados Unidos con un caso en cada 50, 000 habitantes.