"Hemos sido amigos durante mucho tiempo y, como amigos, tenemos nuestros más y nuestros menos. Hoy hemos hablado y estamos bien, seguimos siendo amigos. No hay problemas", escribió el piloto inglés en su perfil oficial de Twitter, adjuntando una foto de ambos en un monociclo.
La acción del piloto alemán en la sesión de calificación del Gran Premio de Mónaco aparcando su coche en la escapatoria de Mirabeau tras un error que para Hamilton fue intencionado en busca de banderas amarillas para evitar que se mejorasen los tiempos, fue la gota que colmó el vaso entre ambos pilotos de Mercedes.
Además, a esto se sumaron las palabras del campeón de 2008 en las horas previas al comienzo del fin de semana, pues señaló que su hambre por el título era mayor que la de su compañero por tener orígenes más humildes y haber tenido una vida más complicada que la de Rosberg.
Así, aunque la relación entre ambos parecía condenada al fracaso tras el fin de semana en Montecarlo, del que Hamilton salió diciendo que Rosberg y él "no eran amigos, sólo compañeros", este primer capítulo en la lucha entre ambos ha quedado cerrado y el próximo podría ser ya en Canadá dentro de una semana, donde volverán a ser los favoritos para todo y no habrá amigos en la pista.