¿Es normal?¿Me pasa sólo a mí?
Pocos territorios perduran tan misteriosos e inexplorados como los océanos y los sueños. Hemos saqueado e investigado tanto todos los demás, que sólo nos queda entregarnos, ahítos de conocimiento, en las orillas del desconcierto.
Lo que aprendemos por el camino se refleja en nuestras experiencias conscientes, pero en las inconscientes, parecen regir otras y muy distintas reglas. Cuanto más creemos saber, más se encarga la vida de dirigirnos hacia nuevas incógnitas.
Soñar con los ex…En alguna ocasión he hablado de los sueños turbulentos que solemos tener tras una ruptura. Combates oníricos con los monstruos de la culpa, el miedo y la añoranza de los que despertamos reviviendo momentos que se nos escapan una y otra vez de entre las manos. Sólo quien los conoce, sabe lo potentes y demoledores que pueden ser esos sueños. Son los sueños de la pérdida, que suelen amainar con el tiempo hasta acabar desapareciendo
Pero ¿qué ocurre cuando pasan los años, tenemos nuevas relaciones, acumulamos otras experiencias, cerramos etapas y los sueños persisten o reaparecen?
Los sueños con ex son uno de esos temas de los que uno habla raramente con amigos, conocidos y por supuesto, con otras parejas. Pero existen. Amores que no reaparecen en nuestras vidas, pero persisten en ellas como perturbadores residentes oníricos, pillándonos desprevenidos y a veces, más que un poco jodidos.
Y ahora la pregunta del millón.
¿POR QUÉ?
Si tu sueños siguen siendo sueños conflictivos, similares a los que tenías en la época de la ruptura, están mostrándote un estancamiento emocional. A menudo esto ocurre cuando vivimos con la coraza puesta y hemos perdido el nivel de intensidad y entrega que hemos podido tener con anterioridad a aquella experiencia. Hay un sentir que sigue palpitando en el inconsciente, despierto en el dormir, dormido en el despertar. Un sentir que nos llama al despertar que nuestro corazón demanda y extraña.
Si tenemos este tipo de sueños, no tengamos miedo de volver por un momento a ese duelo. Planteémonos que ha sido de nosotros durante el periodo posterior, si realmente hemos avanzado, o nos hemos semicongelado mientras el resto del cuerpo proseguía po su cuenta. Los duelos no son procesos lineales, ni con claros principios ni fines, y es perfectamente posible que tengamos que revisitarlos alguna que otra vez a lo largo de nuestras vidas.
¿Qué ha sido de ti durante todo este tiempo? A veces, tras una experiencia dolorosa, nos abocamos a la hiperactividad, a correr hacia adelante, a la prisa de vivir y conseguir, cuando la verdadera carrera no está en el mundo físico, sino en los pasajes de nuestro espíritu.
Los sueños recurrentes y dolorosos sobre algo que sucedió hace años son un aviso de que tienes algo pendiente contigo mismo. Investiga. Mira hacia adentro, no hacia afuera.
No obstante, soñar alguna vez con personas que hemos perdido no es, por sí mismo, algo que deba preocuparnos. Las personas soñamos. A veces no lo recordamos y a veces sí, pero lo hacemos cada día. Soñamos con cosas extrañas, inexplicables, divertidas y terroríficas, y también a veces soñamos con situaciones cotidianas y personas que han pasado o están, en nuestras vidas.
Soñamos con ex parejas como soñamos con padres, madres, amigos, hijos o hermanos, aunque ya no estén.
Soñamos porque aunque aceptemos la pérdida y sigamos nuestra vida tratando de ser felices aun sin ellos, fueron importantes e insustituibles y a veces, echamos de menos esas cosas únicas que sólo eran de ellos.
Acaso sea éste el más hermoso recordatorio de que además de haber pasado por este mundo para nacer, morir, comer, sudar, contaminar y follar, también nos hemos querido.
¿Y si durmieras? ¿Y si en tu sueño, soñaras? ¿Y si al soñar fueras al cielo y allí recogieras una extraña y hermosa flor? ¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano? Ah, ¿Entonces qué? (Coleridge)
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