El local es nuevo pero el servicio lo lleva una camarera que parece veterana y que controlaba el cotarro; daba muy buen servicio. Es un sitio de los de un poco de todo o lo mucho nunca viene mal: sandwiches, salchichas, ensaladas, platos combinados, raciones y hasta batidos naturales. Y hamburguesas, por supuesto, que era el motivo de nuestra visita.
No es el sitio con más variedad, aunque hay muchas casi todo son variedades de los mismas ingredientes. Más bien se apunta al carro de la moda hamburguesil para proponer unas hamburguesas de calidad media a un precio barato. Entre las opciones con queso, bacon, champi, de buey y la happy's (con bacon y champis). También las opciones vegetal, de pollo o vegana con tofu y patatas.
Nosotros probamos una de bacon (6,5€), otra de bacon y queso (7€) y una de buey (9€) que, francamente, a penas se diferencia de la otra. Calidad media, con pan normalito, ligeramente tostado y que no se deshacía. La carne no es que sea la más gourmet del mundo pero no está mal del todo; quizá un poco salada pero con buen punto. A las hamburguesas les falta algo de vidilla, el interior es soso y quizá le vendría bien alguna salsa que no sea ketchup o mostaza de sobre.
Bacon y bacon y queso
La de buey ¿se nota la diferencia?
Todas las hamburguesas vienen con lechuga, tomate, pepinillo y cebolla. Están acompañadas de unas patatas fritas congeladas pero que, oye, no son malas. Para ser de barrio no tiene mala calidad, no están mal del todo, pero no merece la pena ir hasta allí para comerlas. Veremos si aguantan...