Los ciudadanos deben conocer la ley de cuidados inversos. Es la única forma de que los políticos también la conozcan, y actúen en consecuencia. Es una ley sencilla, no escrita en ningún tratado penal ni civil que Julian Tudor Hart, médico de familia británico, describió con sencillez en un magistral artículo en la revista JAMA el año 1971. La ley expone que la disponibilidad de buena asistencia sanitaria tiende a variar inversamente con las necesidades de salud de la población atendida. Los que más necesitan asistencia sanitaria reciben menos, los que necesitan menos reciben más.
La ley de cuidados inversos es más patente en zonas donde la sanidad sigue las normas del libre mercado, zonas con poca asistencia pública y mucha privada. El ejemplo de Estados Unidos es el más evidente, con millones de personas sin derecho a recibir asistencia sanitaria y otros tantos que solo reciben beneficencia.
Nuestra situación en España, con un sistema sanitario público, no es ajena a la ley de cuidados inversos. Los médicos de zonas rurales tienen menos recursos tanto en los centros de salud como en los hospitales. En ocasiones las diferencias son tremendas. Esta asimetría rompe el principio de justicia e igualdad, uno de los pilares de nuestro ordenamiento jurídico y del propio sistema sanitario.
Imagínense qué pasaría si se privatizara parte de la sanidad como se empeñan en hacer desde la Consejería de Sanidad de Madrid. Las diferencias aumentarían y se cumpliría de nuevo la ley de cuidados inversos. Los ancianos, enfermos complejos, los que padezcan problemas sociales o psiquiátricos recibirían menos recursos sanitarios.
Les dejo unas ideas extraidas del artículo del doctor Tudor Hart y el link al texto completo. Es uno de los textos que todo profesional sanitario debería saberse de memoria. Incluyo aquí a todos los gestores, técnicos y políticos del ramo.
- La disponibilidad de una buena atención médica tiende a variar inversamente con la necesidad de la población atendida . Esta ley de atención inversa funciona de forma más completa donde la atención médica está más expuesta a las fuerzas del mercado, y en menor medida en que dicha exposición se reduce. La distribución de libre mercado de la atención médica es una forma social primitiva e históricamente obsoleta, su retorno implicaría exagerar aún más la mala distribución de los recursos sanitarios.
- "Cualquier afirmación de que el N.H.S. ha logrado su objetivo de ofrecer la igualdad en la atención médica es una ilusión. De hecho, la igualdad absoluta nunca se podría lograr en cualquier sistema de atención médica, educación u otros servicios esenciales para la comunidad. Los motivos para sugerir lo contrario son políticos e ignoran los factores humanos."
- En las zonas con más enfermedad y mortalidad los médicos generales tienen más trabajo, las listas de espera son más largas, hay menos apoyo del hospital, y heredan procesos clíncios mas ineficaces que en las áreas más saludables, a su vez los médicos de hospitales cargan sobre sus hombros pesadas cargas con casos complejos que enfrentan con menos personal y equipo, edificios más obsoletos, y crisis recurrentes en la disponibilidad de camas y personal de reemplazo. Estas tendencias se pueden resumir como la ley de cuidados inversos: la disponibilidad de una buena atención médica tiende a variar inversamente con la necesidad de la población atendida.