Hay que evaluar la dieta hiposodica en la Insuficiencia Cardiaca

Por Jesus Gutierrez @saludymedicina

Los médicos recomendamos la disminución del consumo de sal para la insuficiencia cardíaca u otros problemas cardíacos, sin embargo, la eficacia de la ingesta baja de sodio para reducir algunos eventos no esta clara.

Un estudio publicado en The Lancet encontró que si bien las dietas bajas en sodio podrían ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas con insuficiencia cardíaca, no redujeron los eventos clínicos como la hospitalización o las visitas a la sala de emergencias. 

Muchas organizaciones y médicos alientan a las personas que tienen insuficiencia cardíaca a reducir la cantidad de sal en sus dietas. En teoría reduciendo la cantidad de sodio se previene la sobrecarga de líquidos en personas con insuficiencia cardíaca.

El estudio fue un ensayo aleatorio que incluyó a más de 800 participantes en seis países diferentes. Los participantes eran adultos que cumplían con una definición específica de insuficiencia cardíaca crónica  Los investigadores colocaron a los participantes aleatoriamente en uno de dos grupos. El grupo de intervención siguió una dieta baja en sodio en la que consumieron menos de 1500 mg de sodio al día. El grupo de control recibió el estándar de atención de la región donde se encontraban.

Los investigadores observaron específicamente la incidencia de tres eventos principales durante 12 meses: Hospitalización relacionada con problemas cardiovasculares.Visitas a la sala de emergencias relacionadas con problemas cardiovasculares. Muerte por todas las causas También observaron algunos otros resultados, incluso si seguir una dieta baja en sodio mejoraba la calidad de vida de los participantes.

Los investigadores vieron que las hospitalizaciones, las visitas a la sala de emergencias y todas las causas de muerte no se redujeron para los participantes del grupo de dieta baja en sodio en comparación con el grupo de control. Sin embargo, sí descubrieron un beneficio moderado en la calidad de vida en el grupo que había reducido la ingesta de sodio. Sin embargo como el ensayo finalizó antes de tiempo, los resultados también podrían sobreestimar los riesgos y la eficiencia relacionados con las intervenciones. 

Estos resultados indican que la ingesta reducida de sodio no tiene un impacto significativo en los eventos clínicos. Por lo tanto, los investigadores recomiendan que los profesionales médicos lo consideren como otros tratamientos médicos y sopesen los beneficios en función de las necesidades únicas de cada paciente.