En la antigua China se mantenía la teoría de que “para estar totalmente sano, se debe reír al menos 30 veces al día”. Actualmente, numerosos estudios garantizan que, ciertamente, el buen humor tiene efectos positivos en la salud física, mental y emocional.
La risoterapia mejora considerablemente el sistema inmunológico porque las evaluaciones arrojan que los enfermos que son atendidos con risas, chistes y mucha alegría, tienden a mejorar mucho más rápido que los que son atendidos por doctores metódicos y poco alegres.
Destaquemos también que cuando una persona ríe está alargando su vida, porque el cuerpo se siente con más deseos de vivir y seguir adelante. La mente también mejora porque aísla los pensamientos negativos, brindando una calidad de vida envidiable.
Esta terapia ayuda al desarrollo y mejoramiento pulmonar debido a que con la risa los músculos que componen el tórax se expanden y contraen facilitando la respiración. Además, cuando las personas sufren de migrañas o asma, se recomienda usar risoterapia para relajar el cuerpo y mitigar los síntomas.
Uno de los beneficios más caritativos que ofrece la risoterapia es que los beneficios pueden ser compartidos: al reír en público, la risa contagia a los demás y, tan sólo con reír, ya está contribuyendo a mejorar su salud.
En la actualidad, algunos hospitales y centros dedicados a la salud recurren a la risoterapia para mejorar la aptitud vital de los pacientes. Los grandes beneficios de la risoterapia están siendo aplicados también en casi todos los aspectos sociales de la vida. Y es que hay que destacar que no hay que ser empresario o estar enfermo para tener que sonreír; sólo basta querer estar sano y mejor cada día.
Si quieres mejorar tu calidad de vida, y a la vez contribuir a mejorar la de los demás, únicamente necesitas entreabrir tu boca, mostrar tus caninos y sonreír. ¿Fantástico verdad? La cuestión es simple: “si te sientes mal, analiza si has sonreído en ese día”. Inténtalo, tú cuerpo te lo agradecerá.