Sencillos, bellos y artesanales, destacan por su aire depurado y sus formas variadas, pudiendo ser objeto de miradas adonde quiera que presidan. La mayoría de ellos los podemos ubicar en las distintas estancias y podemos darles utilidades diferentes, únicamente tenemos que dar rienda suelta a nuestra imaginacion y ser un poco creativos. Podemos seleccionar un tajin para guardar los jabones de mano, un vasito de té para los cepillos, o utilizarlo a modo de jarrón...
Personalmente, me gustan cuánto más robustos y tradicionales mejor, aunque la mirada siempre se dispara cuándo nos topamos con colores vivos y refrescantes.