La alternativa para ellos, suele ser los productos caseros, hechos por ellos mismos, así saben a ciencia cierta que lo que van a consumir no contiene trazas de ninguno de esos ingredientes. Yo he publicado recientemente varias recetas de helados, como este delicioso que preparé con con yogur y horchata, o éste de chocolate y cardamomo, o hace unas semanas este otro helado de frutos del bosque. Pero...
Sin embargo, ninguno de ellos sería apto para los que sufren estas enfermedades pues en todos ellos utilicé nata líquida para darle cremosidad y no serían aptos para consumir por los intolerantes a la lactosa. Encima, revisando los ingredientes del chocolate que utilicé, en la etiqueta dice (y ya es un logro que lo diga) que contiene gluten, al igual que la horchata que usé para el otro helado dice que puede contener trazas de dicho ingrediente así como de frutos secos etc, lo que afectaría también a los que sean alérgicos.
Pues os quiero contar que hace unos días asistí a un taller impartido por Juan Pozuelo para elaborar helados y zumos naturales con frutas, ayudado de las nuevas máquinas Yonanas y Vitapure de la marca Princess.
La máquina no necesita lácteos ni sus derivados y permite disfrutar de helados cremosos, bajos en calorías y con alto contenido en fibra, algo que viene muy bien en estas fechas en la que se impone la Operación Bikini, ya que tampoco es necesario añadirles azúcar.
Con Vitapure, que es una licuadora que separa la pulpa y el líquido de las frutas y verduras, podrán hacerse zumos de frutas y verduras con la parte líquida y estupendas bases para sofritos, purés, gazpachos y otros muchos preparados, sin arriesgar su salud.
Puede que sean un nuevo aparato más en la cocina, - otro trasto más como solemos pensar - pero no ocupan demasiado, se pueden tener bien recogidos en sus cajas y usarlos en los momentos en los que pueden venir bien. Además, no sólo los veo interesantes para los que tienen las intolerancias, ya que los helados están buenísimos y a los niños les encantará comerlos, siendo una tranquilidad para sus padres que incrementen su consumo de fruta.