Los hematíes también son conocidos popularmente como “glóbulos rojos” o “eritrocitos”, la función inicial de dichas células es transportar el dióxido de carbono y oxígeno a los diferentes tejidos y órganos del cuerpo. La responsable del buen funcionamiento de dichos glóbulos es la hemoglobina, que les otorga el color rojo y permite llevar el oxígeno por todo el cuerpo.
Cuando los niveles de hematíes son altos, indica la mala oxigenación del organismo, para compensar el desequilibrio el cuerpo comienza a aumentar la producción de glóbulos rojos. Detrás de este problema puede encontrarse el tabaquismo, apnea del sueño o enfermedades pulmonares.
¿Qué son los hematíes?
Los hematíes o glóbulos rojos poseen la función de transportar el oxígeno a todos los tejidos del organismo, asimismo, deben recoger el dióxido de carbono del mismo para desecharlo después. El color se debe a su alto contenido en hierro.
Aunque existen niveles promedios específicos, el número puede cambiar entre cada paciente y la patología presentada. Por otro lado, la formación de los hematíes se produce en la médula ósea, necesitan 90 días para producirse y viven 120 días.
En cada uno de los glóbulos rojos existen millones de moléculas de hemoglobina, siendo una proteína rica en hierro, al menos el 65% de las reservas de hierro en el organismo se mantienen en la hemoglobina.
Las causas de los hematíes altos
Existen muchos motivos por los que aumentan los hematíes, puede causarse por procesos fisiológicos o por patologías no detectadas. Antes de diagnosticar a un paciente es preciso hacer una exploración y algunas pruebas complementarias para observar el origen de la elevación de los glóbulos rojos. Algunos de los problemas comunes son:
- Padecer enfermedades cardiacas: generalmente, las lesiones en el sistema cardiovascular ocasiona una falla de oxígeno en la sangre.
- El consumo de tabaco: las toxinas del tabaco provocan una disminución en el oxígeno de la sangre, por ende, la médula ósela aumenta la cantidad de glóbulos rojos.
- Enfermedades renales: la eritropoyetina es producida por los riñones y el hígado, la misma es la hormona encargada de regular la producción de hematíes, en caso de fallar alguno de los órganos antes mencionados se producirán alteraciones.
- Encontrarse en zonas muy altas: si sueles ejercitarte en zonas elevadas o vives en ellas, puedes presentar un aumento de los glóbulos rojos, pues la falta de oxígeno y la presión atmosférica contribuyen a la producción de hematíes.
- Consumir esteroides anabólicos: también encontrarás otros tipos de dopajes que consiguen estimular la producción de glóbulos rojos.
- Algunos tumores: ciertos profesionales aseguran que existen tumores renales, cerebrales o hepáticos que producen un aumento de la eritropoyetina.
- La apnea del sueño: es un trastorno donde se realizan ciertas paradas respiratorias al dormir, por ende, se reduce la oxigenación del organismo. Es común en los grandes roncadores.
Ahora bien, existen otros motivos para el aumento de los hematíes, no obstante, los antes mencionados son los más usuales siendo los causantes de un 90% de los casos. Por este motivo, es importante tener un recuento constante, considerando que, la mayoría de las veces, el aumento es provocado por enfermedades graves.
¿Qué sucede al tener los glóbulos rojos altos?
Cuando el caso es atendido a tiempo pueden encontrarse tratamientos efectivos para reducir los niveles. Sin embargo, si el origen se debe a la policetemia existe un alto riesgo de trombosis arterial o venosa.
De ese modo, podría provocar un ictus, un infarto agudo de miocardio, una isquemia cerebral, una embolia pulmonar o una trombosis de las arterias de las extremidades. Cuando se presentan pacientes como estos el procedimiento debe ser inmediato, por lo que suelen realizarse extracciones de sangre.
Síntomas de los glóbulos rojos altos
Algunos de los síntomas relacionados con el incremento de los glóbulos rojos también son comunes en otras enfermedades, por lo tanto, no es una manera efectiva de detectar el problema. Sin embargo, en algunos pacientes se han presenciado los siguientes:
- Aturdimiento.
- Sangrado repentino de los oídos.
- Mareos.
- Dolores de cabeza crónicos.
- Problemas de visión.
No quiere decir que al padecer uno o más de los síntomas antes mencionados se deba a un aumento de los hematíes, existen muchas enfermedades con padecimientos parecidos. En todo caso, lo ideal es realizar los exámenes de laboratorio correspondientes, después podrá esperar por el diagnóstico específico.
Métodos para bajar los niveles de glóbulos rojos
Antes de mencionar algunas de las maneras efectivas de conseguir mejorar dichos niveles, es preciso tener en cuenta la necesidad de conocer el origen del problema. Es preciso conocer si el aumento se debe a alguna patología o, por el contrario, fue causado por la altura o apnea del sueño.
En cualquier caso, es indispensable esperar las indicaciones médicas por parte de un profesional, eso evitará mayores inconvenientes. Una vez entendido este punto, algunos de los tratamientos naturales eficaces serian:
- Ingerir un diente de ajo crudo, debido a sus propiedades anticoagulantes son beneficiosos para combatir la policitemia general.
- Tomar una taza de té después de comer.
- Añadir la pimienta cayena a las comidas, es una excelente estimulante de la circulación sanguínea.
Como fue mencionado antes, no debe ingerirse nada como “tratamiento” antes de tener las indicaciones médicas. Igualmente, algunos profesionales explican que mejorando la alimentación y adquiriendo la cantidad necesaria de ciertas vitaminas es posible nivelar los hematíes.
El ácido fólico, la vitamina B12 y el hierro son parte beneficiosa, todos pueden encontrarse en alimentos como los frutos secos, las verduras, pescados, el huevo, los granos y demás.
Ante cualquier duda lo mejor es hacer un conteo de glóbulos rojos
Para conocer tus niveles de hematíes el examen indicado es el conteo de glóbulos rojos, es parecido a otras pruebas de laboratorio, sin embargo, únicamente determinará la cantidad de hematíes en sangre.
En el mismo podrá evidenciarse si tienes más o menos cantidad de lo indicado, de acuerdo a los niveles comunes un hombre debe tener entre 4.5 y 6.1 millones de glóbulos rojos por milímetro cúbico y una mujer de 4 a 5.5 millones.
Pueden variar dependiendo de cada paciente y sus patologías, sin embargo, un incremento elevado sin motivos aparentes debe verificarse y estudiarse a tiempo.