Son muchas las razones por las cuales una mujer puede tener hemorragias vaginales o sangrados durante su embarazo. Lo importante es que siempre consulte urgente con el obstetra.
Durante el primer trimestre del embarazo las hemorragias pueden ser consecuencia de un esfuerzo, al levantar peso o después de mantener relaciones sexuales enérgicas; o por la implantación del óvulo fecundado en la pared del útero.
Cuando se produce un sangrado vaginal en la primera etapa del embarazo, la amenaza de aborto es una de las causas más preocupantes, la hemorragia en este caso suele ir acompañada de dificultades al orinar y molestias.
Más grave es la posibilidad de que las hemorragias vaginales en el primer trimestre se deban a un embarazo ectópico, se produce cuando el óvulo fecundado se implanta fuera del útero, casi siempre en una de las trompas de Falopio. Esto es arriesgado ya que esta puede romperse, provocando una hemorragia interna.
Alrededor de la semana 37 pueden existir algunas contracciones que provocan la ruptura de alguna venita en el cuello del útero. Pero lo más probable es que las hemorragias en esta etapa se deban a una placenta previa o a su desprendimiento.
La placenta previa puede ser causada por una implantación tardía del embrión o por alteraciones del endometrio, produciendo una hemorragia indolora de un color rojo brillante, originada por pequeños desgarros entre la misma placenta y la pared uterina.
El desprendimiento prematuro de la placenta, consiste en que antes del nacimiento, ocurra una salida total o parcial de la placenta al exterior, el sangrado es oscuro y persistente, y va acompañado de un intenso dolor en la zona abdominal.
Cuando usted se encuentre frente a un sangrado durante el embarazo, concurra a su medico para conocer sus causas, y le dirá como prevenirlo y detenerlo.