Tres es el número perfecto. Y la tercera batalla, la última, se librará en el Infierno. Ángeles y demonios se han visto forzados a unirse en un mismo bando para combatir a un enemigo con un poder inimaginable. Erik, Tanya y Mauro, los tres elegidos, tienen poco tiempo para averiguar qué les reserva a cada uno la Profecía de los Niños Perdidos antes del cataclismo final.
El Cielo ha caído. Ya sólo queda un lugar donde refugiarse... y es el Infierno