El estudio, que se ha recogido , refleja también que las familias en las que hay una persona con discapacidad son más fuertes, flexibles y positivas a la hora de afrontar la adversidad.
Tanto los hermanos como las familias ponen de manifiesto en el estudio su preocupación por que el resto de personas puedan insultar o mirar de manera rara e, incluso, reírse de las personas con discapacidad.
De hecho, los participantes en el estudio afirman que la reacción de las personas ante su hermano con discapacidad es uno de los factores que influyen a la hora de seleccionar a los amigos. Una situación que puede conducir a experimentar sentimientos de frustración y de soledad.
El estudio, que presta atención a las repercusiones personales de tener un hermano con discapacidad intelectual, también recoge las necesidades de este colectivo de personas. Entre ellas destaca la necesidad de contar con información de la naturaleza de la discapacidad, la expresión de los sentimientos y el pacto de responsabilidades,en el que se debe respetar la individualidad junto con las obligaciones y la responsabilidad.
Unas necesidades ante las que los autores del estudio crearon grupos de encuentro de personas que tienen algún hermano con discapacidad para intercambiar experiencias y permitir expresar los sentimientos, contribuyendo a prevenir futuros problemas.
No obstante, a pesar de estas necesidades, los hermanos y familiares resaltaron más los beneficios de tener un hermano con discapacidad que los problemas o los inconvenientes de esta situación. Los padres debemos contener,comprender y asesorar a nuestros hijos sanos para que estos comprendan al hermano/a con capacidad diferente,debemos incluirlos en las actividades , educación y recreación de los mismos,el compartir y participar de las diferentes tareas con su hermano/a tiene como funcion que ambos se contengan y comprendan,esto no es un pequeño detalle,al contrario hace al buen funcionamiento de la familia en su totalidad. La información publicada en este sitio tiene sólo fines informativo y no pretende ser interpretada como un consejo o indicación médica. La información presentada no debe considerarse completa y tampoco debe considerarse suficiente para iniciar un tratamiento médico. La información publicada no sustituye una visita, llamada o consulta con su médico especialista. Consulte siempre con su médico.
Seguir luchando y no bajar los brazos ante la epilepsia refractaria