Son muchas las veces que hemos oído hablar, en lo que a sostenibilidad se refiere, de la teoría de las 3 erres: Reducir, Reutilizar, y Reciclar, pues hace tiempo que se reivindica como la mejor opción para mantener nuestra calidad de vida. Más escasas son las veces que se nombra la cuarta erre: Rehabilitar, aunque últimamente, está más presente porque hemos empezado a tomar conciencia de la importancia que tiene reparar los daños que hemos causado, especialmente las ciudades.
Imagen: David Berkowitz
Pero, difícilmente encontramos ejemplos reales en nuestras ciudades que apliquen esta teoría, no ya las cuatro erres, pero sí alguna de ellas. Por eso sorprende gratamente encontrar un proyecto de “Rehabilitación” urbana, que no solo “Reutiliza” un espacio en desuso sino que hace un planteamiento basado en “Reducir” la contaminación y el uso de recursos y que, además, “Recicla” los elementos constructivos existentes restaurándolos y volviéndolos a utilizar. Estoy hablando de High Line Park en Nueva York. No es un proyecto nuevo, ya que la primera fase se inauguró en el 2009, pero es un magnífico ejemplo de rehabilitación urbana.
Autor: David Berkowitz
El High Line Park, es hoy un parque en altura, a 9 metros sobre el nivel del suelo, que discurre por el centro de Manhattan a lo largo de 2,33 kilómetros, concretamente desde Gansevoort Street hasta la calle 34. Una vía verde caracterizada por la lentitud y la paz que serpentea a través del paisaje industrial de la ciudad , en contraste con la velocidad del Hudson River Park. Una vía verde desde la que poder observar algunos de los enclaves más representativos de la ciudad sin tener que interrumpir tu paseo a causa de vehículos o semáforos.
Pero la importancia del High Line Park no solo reside en el resultado sino en el proceso. Un proceso de recuperación para los ciudadanos del espacio dejado por la High Line, que tras 50 años de uso como linea de ferrocarril para el transporte de mercancías había quedado en desuso desde que en 1980 circulara el último tren.
Autor: Librarygroover
Un exitoso proceso de participación ciudadana intensa para evitar la demolición de la High Line que partió de la creación en 1999 de la asociación de amigos de la High Line (thehighline.org) y que culminó en 2003 con la convocatoria de un concurso de ideas en el que se plantearon 720 propuestas de 36 paises diferentes.
Finalmente las obras de recuperación se iniciaron en 2006 con la retirada de los elementos inservibles de las antiguas estructuras y el saneamiento, refuerzo y modernización de las partes estructurales que iban a ser utilizadas. Sobre la estructura metálica original que fue limpiada con chorro de arena para eliminar el plomo de la pintura original se diseñó una plataforma verde mediante el uso de unas planchas de cemento que se colocaron sobre una capa de hormigón impermeabilizado. Esta plataforma se va ensanchando para crear zonas de descanso o exposición, va recibiendo caminos entablados y escaleras o ascensores que permiten el acceso en diferentes puntos desde el nivel de la calle, y alberga pequeños comercios y grandes zonas de jardín.
Autor: David Berkowitz
Durante este proceso algunas de las piezas fueron retiradas, restauradas y devueltas a sus lugares de origen, como por ejemplo las vías del ferrocarril que se integraron en la formación de parterres y pavimentos, o las antiguas barandillas Art Decó.
No solo se reutilizaron el máximo de elementos posibles sino que muchos de los elementos que se incorporaron nuevos se plantearon desde el máximo respeto al medo ambiente como es la utilización en el alumbrado urbano a base de leds incorporados en el entramado de la High Line, a nivel de suelo para iluminar exclusivamente los senderos del parque, creando condiciones seguras para el paseo pero permitiendo a la vez la contemplación del entorno y evitando la contaminación lumínica. De hecho una de las actividades estrella del High Line Park junto con las clases de pilates o los “baños de sol”, son las clases de astronomía.
Aiutor: Ryan Somma
En resumen, es un proyecto que consigue reutilizar un espacio abandonado, introducir el verde en el centro de la ciudad y reducir la contaminación lumínica, pero sobre todo un proyecto que crea espacio público, mejora la calidad de vida y fomenta la participación ciudadana. En definitiva un proyecto que (re)hace ciudad.
-"High Line Park: Camino a la rehabilitación urbana sostenible" originalmente publicado en ECOESMÁS: Un blog de arquitectura, diseño y urbanismo sostenible.-