Hilos tensores para la flaccidez
La colocación de hilos tensores es una novedosa técnica que tiene por finalidad estirar diferentes partes de la cara, (cola de las cejas, frente, estiramiento de los surcos nasogenianos), así como también del cuello, abdomen, brazos, entrepiernas y glúteos.
Es una práctica que requiere poco tiempo, sin necesidad de efectuar un procedimiento quirúrgico con un postoperatorio incordioso y doloroso, recuperando la tensión de los tejidos en forma inmediata y a largo plazo.
Los hilos tensores pueden no estar indicados en aquellos hombres o mujeres con marcados signos de envejecimiento como excesiva flaccidez en la piel o muchas arrugas. El procedimiento es ideal para aquellas personas que tenga envejecimiento facial prematuro o inicial, donde aparece una flaccidez sutil en la piel del rostro, que afecta de manera negativa el aspecto facial, por ejemplo pómulos chatos, cejas caídas o zona de la mandíbula débil.
Son hilos de polipropileno o poliamidas, material biocompatible con el cuerpo humano, utilizado en operaciones cardiovasculares y oftalmológicas, que se introducen bajo la piel con una aguja guía especial. La característica principal de estos hilos es que están provistos de pequeñas espículas que les permiten anclarse en el tejido celular subcutáneo, lo cual una vez introducidos se traccionan en la dirección justa, obteniéndose así el efecto lifting en la zona a tratar. El procedimiento se realiza con anestesia local y tiene una duración aproximada de 1 hora, luego de lo cual el paciente puede volver a su hogar, inclusive a su trabajo sin ninguna marca visible en la mayoría de los casos.
Los resultados de los hilos tensores pueden verse luego de finalizada la intervención, En aproximadamente 2 o 3 semanas se pueden empezar a ver los resultados definitivos que seguirán mejorando a medida que se vaya concentrando la formación de colágeno alrededor de los hilos.