Las enfermedades metabólicas como el hipertiroidismo, son de ese tipo de alteraciones que pueden pasar desapercibidas durante años. Llegan a causar todo tipo de estragos a nivel sistémico. Y es que, mediante la tiroides, nuestro cuerpo regula diversos aspectos de su funcionamiento. Por lo que una sobreproducción de hormonas tiroideas no puede hacer menos que desencadenar un caos en él.
Es así como, el hipertiroidismo, se encuentra representado como una enfermedad con una sintomatología genuinamente compleja y que, aunque casi nunca suele ser mortal, conlleva ciertos cuidados. Las personas que la padecen, deben mantenerse en control estricto. A sabiendas de todo esto, hoy te hemos traído la información más destacable acerca del hipertiroidismo y cómo detectarlo a tiempo.
¿Qué es el hipertiroidismo?
El hipertiroidismo consiste, básicamente, en una alteración metabólica donde la glándula tiroides empieza a secretar demasiada hormona tiroidea, llamada también tiroxina.
Tal hecho ocasiona una aceleración del metabolismo del cuerpo, lo cual a su vez ocasiona una pérdida de peso involuntaria, taquicardia, arritmias, entre otros síntomas y signos más que caracterizan a esta enfermedad.
Aunque el hipertiroidismo puede significar algo serio si no se le presta la atención adecuada, la gran mayoría de los individuos con hipertiroidismo responden favorablemente al tratamiento una vez que son diagnosticados. Pueden llegar a tener una vida perfectamente normal.
¿Cuáles son los síntomas del hipertiroidismo?
Tal y como habíamos mencionado al principio, la clínica que se encuentra englobada dentro del cuadro de signos y síntomas del hipertiroidismo es bastante compleja. Entre la sintomatología más esencial de esta enfermedad, podemos encontrar lo siguientes síntomas:
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- Pérdida de peso involuntaria, independientemente de si el apetito está conservado y el consumo de alimentos es elevado.
- Taquicardia (mayor a 100 latidos por minutos).
- Arritmias cardíacas.
- Palpitaciones.
- Aumento del apetito.
- Nerviosismo.
- Irritabilidad.
- Ansiedad
- Temblores en manos y dedos.
- Sudoración excesiva.
- Alteraciones a nivel menstrual.
- Aumento de la sensación de calor.
- Aumento del hábito defecatorio.
- Una glándula tiroides agrandada, también llamado como bocio.
- Fatiga y debilidad muscular.
- Dificultad para conciliar el sueño.
- Piel delgada.
- Cabello fino y/o frágil.
En el caso de los adultos mayores, estos no suelen presentar síntomas y, de presentarlos, suelen ser muy leves, donde lo más frecuente es el aumento en la frecuencia cardíaca, la intolerancia al calor y una fatiga exagerada en el día a día.
En determinadas circunstancias, también puede surgir una afección infrecuente denominada como oftalmopatía de Graves.
Esta enfermedad ocasiona que los globos oculares sobresalgan, sobrepasando con creces el borde de las órbitas de los ojos, mientras que los tejidos y los músculos que están detrás de los globos oculares se inflaman.
La oftalmopatía de Graves incluye los siguiente signos y síntomas:
- Ojos secos.
- Ojos enrojecidos y/o inflamados.
- Lagrimeo excesivo.
- Sensibilidad a la luz.
- Visión borrosa o doble.
- Inflamación y/o reducción de movimiento de los ojos.
- Globos oculares protruidos.
¿Cuáles son las causas del hipertiroidismo?
La causa principal del hipertiroidismo está relacionada con la presencia de anticuerpos estimulantes de la glándula tiroides que, aparte de estimular el tiroides para que esta produzca elevadas cantidades de hormonas tiroideas, cabe decir que se da más frecuentemente en personas jóvenes.
Como añadido, puede dar lugar a la aparición de los famosos ojos saltones (exoftalmos) y a una ligera inflamación de la región anterior de las piernas (mixedema). A esto se le conoce como enfermedad de Graves-Basedow y es conocida como la causa más frecuente de hipertiroidismo.
Los bocios nodulares, por su parte, también son una de las causas de hipertiroidismo descritas que se caracterizan por ser de superficie rugosa y, en estos casos, se da con mayor frecuencia en personas de edad avanzada.
Otro de los casos donde puede desarrollarse la condición de hipertiroidismo es mediante inflamación de la glándula, más específicamente en las tiroiditis, donde las infecciones virales son lo más frecuente y suelen acompañarse de fiebre y malestar general.
Por otro lado, la ingestión de pastillas de hormona tiroidea puede ser también causa de hipertiroidismo.
¿Cómo se diagnostica?
Aunque la clínica debutante del hipertiroidismo sea tan inespecífica, si sabes identificar que hay algo mal con tu cuerpo a tiempo y te diriges rápidamente al médico, este podrá diagnosticarte la enfermedad con gran eficacia. Para ello, los especialistas se pueden apoyar en las siguientes herramientas:
- El historial médico y un examen físico.
- Análisis de sangre: a través de la medición de la tiroxina y la hormona estimuladora de la tiroides (TSH). Donde los niveles altos de tiroxina y pocas o cantidades nulas de TSH, nos habla de una tiroides hiperactiva.
- Prueba de captación de yodo radioactivo.
- Gammagrafía de tiroides.
- Ecografía de tiroides.
¿Cuál es el tratamiento del hipertiroidismo?
Una vez diagnosticada esta enfermedad, el protocolo a seguir para tratarla es mucho más sencillo y eficaz de lo que podrías imaginar. Como ya mencionamos, una persona con hipertiroidismo puede llevar una vida completamente normal dependiendo de su estado general y de su adhesión al tratamiento recetado por el médico.
Las alternativas terapéuticas que se pueden emplear en los casos de hipertiroidismo, son:
- Yodo radioactivo: consumido por vía oral, el yodo radioactivo se absorbe en la glándula tiroides, generando así una reducción de la misma, haciendo que desaparezca la sintomatología del hipertiroidismo en cuestión de varios meses. Dicho tratamiento puede hacer que la actividad de la tiroides baje a un punto tal que se la considere inactiva (hipotiroidismo). En dicho caso, posiblemente sea necesario tomar medicamentos para reemplazar la tiroxina.
- Medicamentos antitiroides: se encargan de reducir gradualmente los síntomas del hipertiroidismo, evitando que la glándula tiroides produzca cantidades excesivas de hormonas. Tal es el caso del metimazol (tapazol) y el propilitiouracilo. En cuestión de varias semanas o meses, los síntomas empiezan a desaparecer. Aunque el tratamiento con medicamentos antitiroideos debe prolongarse durante un año y, en ocasiones, hasta más tiempo.
- Betabloqueadores: utilizados para tratar la presión arterial alta y sin afectar los niveles de la tiroides, pero aun así elevando los síntomas del hipertiroidismo, como el temblor, la frecuencia cardíaca acelerada y las palpitaciones.
- Cirugía (tiroidectomía): es indicada a juicio del especialista en cuestión, donde el estado general del paciente será la clave para definir si es más rentable extraer la glándula tiroides total o parcialmente o no. Usualmente, suele ser el medio terapéutico ideal en casos de inflamación excesiva de la tiroides. Es un procedimiento invasivo y representa la última opción terapéutica ante esta enfermedad debido a los riesgos que supone, tal y como sucede con casi cualquier tipo de cirugía.
Con respecto a los riesgos de la tiroidectomía, vale la pena mencionar que se pueden incluir daño en las cuerdas vocales y las glándulas paratiroides, que vienen siendo cuatro pequeñas glándulas ubicadas detrás de la glándula tiroides y que, aunque poco se sepa de ellas, ayudan a controlar los niveles de calcio en la sangre.
Estas personas que son sometidas a la extracción parcial o total de tiroides, necesitan tratamiento de por vida a base de medicamentos como la levotiroxina (Levoxyl, Synthroid y otros) con la finalidad de suplantar las cantidades normales de la hormona tiroidea en nuestro organismo. Durante este procedimiento, también se extraen las glándulas paratiroideas y, por consiguiente, se necesita una medicación especial para mantener los niveles de calcio en sangre dentro de los valores normales.
Evitar el hipertiroidismo
La enfermedad en sí no es evitable, aunque sí sus complicaciones o su descontrol, que se denomina crisis hipertiroidea, en la que aparecen todos los síntomas del hipertiroidismo llevados al grado máximo, pudiendo llegar a ser mortal.
La crisis hipertiroidea se previene evitando sus desencadenantes en un paciente hipertiroideo: el estrés, los traumatismos, las intervenciones quirúrgicas importantes. Es más frecuente en ancianos, y requiere tratamiento en una Unidad de Cuidados Intensivos.
Debe consultar al médico cuando, de forma inexplicable, comience a sentir temblor, sobre todo en las manos, asociado a calor y humedad en la piel de forma generalizada, pérdida de peso con igual o más apetito de lo habitual; sobre todo, si estos síntomas se asocian a diarrea, alteraciones en la regla y palpitaciones.