Hipoacusia

Por Martinxm

¿Qué es la Hipoacusia?

¿Qué diferencias hay entre sordera e hipoacusia?

La hipoacusia se define como la dificultad o incapacidad para escuchar los sonidos, es decir, la pérdida auditiva para oír. Por ello, cuando ocurre en un solo oído se denomina hipoacusia unilateral e hipoacusia bilateral en el caso de la pérdida auditiva de ambos oídos. Además, una persona sorda será incapaz o tendrá problemas para escuchar. También, puede ser un rasgo hereditario o consecuencia de una enfermedadtraumatismo, exposición a largo plazo al ruido, o medicamentos agresivos para el nervio auditivo.

La diferencia entre hipoacusia y sordera es el grado de intensidad de la pérdida auditiva. Por ello, las personas que tienen hipoacusia sufren una perdida auditiva de no más de 70 dB. Sin embargo, las personas con sordera tienen perdidas de más de 70 dB de su capacidad auditiva.

«La hipoacusia se define como la dificultad o incapacidad para escuchar los sonidos, es decir, la pérdida auditiva para oír.»

Las partes y funcionamiento del oído.

Para poder entender mejor en qué consiste dicha dificultad, se explicará brevemente cómo funciona y cómo está dividido nuestro oído, conocimientos previos que ayudarán a la posterior comprensión del artículo.

Nuestro oído está dividido en tres partes:

  • El oído externo: está formado por el pabellón auricular, la oreja y el conducto auditivo externo. Este conducto estrecho llega hasta el tímpano. Además, el pabellón auricular se encarga de recibir las ondas y conducirlas por el conducto auditivo hasta llegar al tímpano, el cual vibra una vez que dichas ondas golpean en él.
  • Oído medio: en esta cavidad se encuentra la otra cara de la membrana timpánica, los huesecillos auditivos (martillo, yunque y estribo) y la trompa de Eustaquio. Por ello, tras el impacto de las ondas sonoras contra el tímpano, éste transmite las vibraciones a los huesecillos encargados de amplificar el sonido al oído interno.
  • El oído interno: se localiza inmediatamente tras el oído medio, en la cavidad ósea, formado por el vestíbulo (el cual se encarga del equilibrio) y por la cóclea. Ésta última, con forma de caracol, está bañada en líquido y contiene unas células nerviosas llamadas “células ciliadas”. Por ello, al vibrar los huesecillos del oído medio, el fluido que contiene la cóclea se mueve. Por lo tanto, dichas células nerviosas se estimulan generando impulsos eléctricos hacia los nervios auditivos. De esta forma, llega a su vez a una parte del área del cerebro encargada en transformarlos en sonido.

Tipos de Hipoacusia.

La hipoacusia puede manifestarse en cualquier etapa del desarrollo madurativo de las personas. Y dependiendo de tres factores diferentes, se clasifican en los siguientes criterios.

Según el momento que se produzca.

Tenemos que según en el momento que se produzca puede ser:

  • Prelocutiva: antes de aprender a hablar.
  • Postolocutiva: después de aprender a hablar.
  • Perilocutiva: durante el proceso de aprendizaje del habla.

Según la localización de la lesión.

Dependiendo de la localización de la lesión se clasifican en:

  • De conducción o de transmisión: se da cuando existe obstrucción del oído externo o medio, impidiendo que las ondas sonoras lleguen al oído interno. Para saber más o menos cómo sería la sensación, es lo mismo que si nos tapamos el oído con la mano.
  • Percepción o neurosensorial: se produce cuando existe daño en el oído interno o en el nervio auditivo.
  • Mixta: se manifiesta cuando se producen pérdidas auditivas tanto a nivel de conducción o sensorial, pudiendo presentar lesiones tanto en el oído externo o medio como en el interno.
  • Central: cuando se producen lesiones a nivel cerebral en lo áreas auditiva del mismo.

Según el grado de pérdida auditiva.

Por último, dependiendo del grado de pérdida auditiva, se engloban en diferentes niveles:

  • Audición normal: se escuchan sonidos suaves por encima de 20dB.
  • Hipoacusia leve: pérdida auditiva de entre 20-40 dB. Dificulta la audición en conversaciones lejanas o entornos ruidosos. 
  • Hipoacusia moderada: entre 40-70 dB, en este caso ya cuesta participar en conversaciones.
  • Hipoacusia severa: entre 70-90 dB, escuchan conversaciones altas y a menos de 30 cm.
  • Hipoacusia profunda: por encima de los 90 dB, no escuchan sonidos, o solo perciben algunos sonidos ambientales muy intensos.

«Los tipos de hipoacusia dependen del grado de pérdida auditiva, de la localización de la lesión, o del momento en que se produzca.»

Causas de la Hipoacusia.

La hipoacusia puede manifestarse desde el primer momento del nacimiento (carácter congénito) o a cualquier edad (carácter adquirido).

Hipoacusia por carácter congénito.

Las causas de carácter congénitas pueden darse por factores hereditarios o no hereditarios, como:

  • Falta de oxígeno al nacer.
  • Bajo peso al nacer.
  • Rubeola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo.
  • Ictericia grave en el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del niño.
  • Uso inadecuado de fármacos durante el embarazo como, por ejemplo: amino glucósidos, medicamentos citotóxicos, antipalúdicos y diuréticos.

Hipoacusia por carácter adquirido.

Entre las causas adquiridas, se encuentran:

  • Enfermedades infecciosas como la meningitis, el sarampión y la parotiditis.
  • Infecciones crónicas del oído medio, consistente en la presencia de líquido en el oído (causa muy frecuente).
  • Obstrucción del conducto auditivo por cerumen o cuerpos extraños.
  • Uso de algunos medicamentos.
  • Traumatismos craneoencefálicos o de los oídos.
  • El envejecimiento.
  • Exposición de ruidos excesivos, considerando el límite en 65 dB según la OMS. Muchos entornos como: trabajos con uso de maquinaria ruidosa, explosiones, discotecas, bares, conciertos, se pueden alcanzar hasta los 110 dB. Además, el uso de auriculares a volúmenes altos es una de las causas que perjudica la audición.

«La hipoacusia se manifiesta por causas congénitas en el momento del nacimiento o por causas adquiridas a lo largo de la vida

Síntomas de la Hipoacusia.

En la etapa infantil, no suelen destacar síntomas como tal, pero si podemos observar algunos signos de alerta que nos ayudan a la detección precoz de la hipoacusia infantil, como:

  • Falta de reacción del bebé ante ruidos fuertes.
  • Que no se tranquilice ante la voz de mamá.
  • No se orienta hacia la voz de los padres.
  • Que no emita sonidos para llamar la atención.
  • No atiende a su nombre
  • El bebé no balbucea o deja de hacerlo.
  • No atiende ante una negación o no responde a “dame” si no va acompañado de los gestos respectivamente.
  • El no decir las primeras palabras como: papá o mamá, objetos que conoce, etc.
  • No señala a los familiares u objetos que se nombran.
  • El no prestar atención a los cuentos.
  • No comprende órdenes sencillas.
  • El no identificaar las partes del cuerpo.
  • No forma frases de dos palabras, como: “mamá agua”
  • El no entender lo que dice.
  • No sabe contar lo que le pasa.
  • Preferencia a jugar solo/a que con otros niños.
  • No se comunica con otros niños.
  • El que no se entretenga con películas ni dibujos.
  • Sólo le entiende su familia.

Además, es importante, aspectos que hay que tener en cuenta en estas edades tempranas como: catarros, exceso de mucosidad, otitis por repetición, retraso en el lenguaje, distracción en el colegio, etc. Por ello, puede que hayan pasado desapercibidas pérdidas auditivas leves o moderadas que están afectando al rendimiento vital y académico del niño.

Hipoacusia fuera de la etapa infantil.

En otras etapas, la hipoacusia se puede manifestar con los siguientes síntomas:

  • Dificultad para seguir una conversación con dos o más personas.
  • La dificultad para oír en ambientes ruidosos.
  • Dificultad para diferenciar sonidos agudos.
  • Menos problemas para escuchar las voces de los hombres que las voces de las mujeres.
  • Voces que suenan entre dientes o mal articuladas.
  • La sensación de falta de equilibrio o mareo.
  • Sensación de presión en el oído.
  • Zumbido en los oídos.

Tratamiento de la Hipoacusia.

La importancia del tratamiento en la hipoacusia infantil, es la detección precoz de la misma con un diagnóstico concreto. Además, el tratamiento se debe realizar de forma multidisciplinar con la actuación de los diferentes profesionales para el éxito del mismo. Se requiere de la coordinación de ORL, pediatra, audioprotesista, logopeda, psicopedagogo y maestro.

Para determinar el tipo de tratamiento hay que tener en cuenta diferentes factores como: la edad, etiología, localización de la lesión y la intensidad de la hipoacusia.

En el caso de las hipoacusias de transmisión, las cuales son ocasionadas normalmente por otitis media y sus secuelas, suelen ser tratadas. Dependiendo de los factores anteriormente comentados, por tratamiento médico, quirúrgico y/o audioprotésico, ayudando a minimizar las consecuencias negativas que afecten al aprendizaje del lenguaje y la comunicación.

Por otro lado, para el tratamiento de las hipoacusias neurosensoriales, el audioprotesista adapta una prótesis en ambos oídos, supervisada por el ORL. Además, se requiere de intervención logopédica para la estimulación del desarrollo del lenguaje. Si en el transcurso de la adaptación protésica y tratamiento logopédico, los resultados no son óptimos, ya que presenta una lesión a nivel coclear. Si ocurre esto, se hará intervención quirúrgica para la colocación del implante coclear a determinar por el audiprotesista y ORL dependiendo de la intensidad de la hipoacusia en cada oído, tipo de lesión, y la severidad de la misma en cada uno de los oídos, pudiendo ser bilateral y/o unilateral.

La Hipoacusia y la Logopedia.

Todo el transcurso de estas series de intervenciones requiere de tratamiento logopédico temprano, con el fin de estimular las áreas auditivas y del desarrollo del lenguaje comunicativo. Además, cabe destacar que es muy importante la detección precoz para evitar consecuencias mayores en la comunicación y el desarrollo evolutivo del niño, ya que en estas edades el cerebro tiene mayor plasticidad. Por tanto, se obtendrán resultados óptimos en menor tiempo y con un rendimiento máximo en la audición como en la comunicación.

Además, ¿por qué es tan importante la rehabilitación logopédica y la reeducación auditiva? Porque tras la implantación de una prótesis auditiva, requiere de estimulación para el entrenamiento y discriminación auditiva de los sonidos captadas a través de dicha prótesis. También, el logopeda se encargará de que el paciente se acomode a ella, le sea lo más funcional posible, y no afecte a su comunicación. El tratamiento logopédico ayudará al paciente a:

  • Aprender a detectar la presencia o ausencia de sonido.
  • Discriminar auditivamente el tono, la intensidad y duración del sonido.
  • Identificar la fuente del sonido.
  • Reconocer sonidos y palabras.
  • Comprender para poder comunicarse de forma natural en los diferentes contextos.

Tratamiento multidisciplinar de la Hipoacusia.

Por otro lado, sin olvidar aspectos sociales, psicológicos y cognitivos en los que se tendrá que trabajar para finalmente conseguir la evolución del paciente. Además, la colaboración de la familia es importante, al igual que el asesoramiento y la formación con el fin de ayudar a la comunicación con su hijo. También, se debe hacer un seguimiento durante la escolarización del niño y sus correspondientes evaluaciones psicopedagógicas. Además, esto se hará para controlar que su progreso es el adecuado al igual que si se tuviese que valorar la opción de hacer adaptaciones de apoyo auditivo y/o visual.

Del mismo modo, terapias que complementan y ayudan a los pacientes con hipoacusia severa son: la lectura de labios, lenguaje de signos y textos escritos.

Tratamiento de la Hipoacusia en la edad adulta.

En relación a la hipoacusia adulta, el tratamiento será en conjunto con el audioprotesista y el logopeda, ayudando éste último la adaptación de la prótesis al paciente.

Finalmente, cuando se produce hipoacusia en personas mayores, se llama presbiacusia, es decir, la pérdida auditiva debido al envejecimiento. En este caso, los profesionales encargados de determinar la prótesis adecuada para cada persona son: ORL y audioprotesista. Y por tanto, el logopeda se encargará de ayudar con estrategias para que saque el mayor rendimiento de la prótesis. Además, le brindará la facilidad de instaurar los nuevos sonidos que oirá a partir de la nueva prótesis, ya que serán diferentes a los que está acostumbrado a oír.

» Un tratamiento logopédico precoz, estimula las áreas auditivas y del desarrollo del lenguaje comunicativo para aprovechar la plasticiscidad del niño.«

Artículo escrito por Mónica Baños Martínez.

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