Historia de las exposiciones II (VII)

Por Pilar
La última sesión del curso 'Historia de las Exposiciones' fue un diálogo entre Bartomeu Marí (director del MACBA) y Seth Siegelaub.

Seth Siegelaub (Nueva York, 1941) abrió su propia galería en otoño de 1964 con el nombre Seth Siegelaub Contemporary Art, la cual permaneció abierta hasta la primavera de 1966, al darse cuenta que no ganaba dinero y además era muy aburrido porque entraban muy pocas personas.
Aquel mismo año Seth decidió no desvincularse del mundo artístico completamente trabajando como marchante independiente y colaborando estrechamente con los artistas Carl Andre, Robert Barry, Douglas Huebler, Kosuth o Lawrence Weiner. En los proyectos que realizo con estos artistas, Seth persiguió abrir el entorno expositivo a las nuevas posibilidades, temas y problemas que planteaban los nuevos estilos artísticos, en particular el conceptual, ¿motivos? el conceptual era un arte nuevo que no requería de un espacio físico o galería. Lo curioso era cómo vendían la idea de la desmaterialización de la obra de arte pero sin embargo les encantaba cuando su obra se vendía como algo físico.
Su frenética actividad como marchante se traduce en la realización de 21 exposiciones de arte, libros, catálogos y proyectos en Estados Unidos, Canadá y Europa entre 1968 y 1971. Entre estas 21 exposiciones cabe destacar Windham (1968) en el condado estadounidense del mismo nombre con obras de Carl Andre, Robert Barry y Lawrence Weiner, pero sobre todo, Windham ha pasado a la historia por ser la primera exposición de instalaciones in situ al aire libre. Otra destacada exposición de Seth fue January 5-31, 1969, una exposición colectiva donde el propio catálogo fue la exposición. Posteriormente March 1969, donde solicitó a 31 artistas que crearan una obra un día del mes.
A finales de la década de los sesenta, en el marco de la politización del mundo del arte y de la mobilización creciente contra la guerra entre los Estados Unidos y Vietnam, se implico en actividades contra la guerra de la comunidad artística, incluyendo en julio de 1971 un catálogo para recaudar fondos para una organización creada para promover la libertad de expresión en el seno del ejército de los Estados Unidos. Esta actividad le condujo a implicarse aún más en los aspectos políticos del arte y aquel mismo año concibió y redactó junto con un abogado el conocido 'Contrato de artista' donde fijaba la transmisión y venta de los derechos reservados del artista, que definía e intentaba proteger los derechos e intereses del artista cuando su obra circulaba dentro del circuito artístico. Es decir, la obra de arte se veía traducida a mercancía. El contrato se concibió para poner remedio a algunas de las desigualdades reconocidas de manera generalizada en el mundo del arte, y en particular en la falta de control de los artistas sobre el uso de su obra y la participación en los aspectos económicos cuando ya no son propietarios. En resumen, se anticipó a la VEGAP y seguramente fue fuente de inspiración para los modelos de contratos que ofrece por ejemplo la AAVC.
En 1972, Seth decidió abandonar el mundo del arte y dedicarse a otras disciplinas en Francia. Entre 1973 y 1974 publicó 'Marxismo y Mass Media', el primero de una saga de libros de izquierdas sobre comunicación y cultura. Posteriormente se ha dedicado a la investigación en el ámbito de la producción de cultura popular, especialmente en la historia de los textiles tejidos a mano en todo el mundo, llegando a crear en 1986 el Centro de Investigación Social en Viejos Textiles y editando en 1997 la primera bibliografía general sobre la historia de los textiles.
Me quedo con algunos de sus planteamientos:
-Lo importante es lo que la próxima generación dirá de una obra de arte, así se hace la historia del arte.
Como historiadora del arte me veo reflejada en esa 'misión' que tenemos los historiadores de ir 'teorizando' la historia actual para que pueda ser estudiada en el futuro. La historia se va haciendo día a día, hay que ir documentándola y dando a conocer las propuestas.
-Ahora es mucho más fácil ser artista, se puede vivir de ello, antes no, estaba muy mal visto, un hijo jamás era bien visto que fuera artista.
Bueno, lo de que se puede vivir de ello, difiero, si vendes mucho sí, sino no. Pero sí comparto que ahora hay una mayor amplitud de miras y se respeta el ser artista, a pesar de que la competencia es mayor, pero el mercado y el público también.
-Los artistas que quedan encasillados por una obra, puede ser un gran problema.
-Tener éxito y ser bueno no van juntos necesariamente.