Historias cotidianas... y decoración.

Por Retroyconencanto @retroyconencant
Puede que un golpe de suerte hiciese llegar el tambor al ladito del sofá del salón, después de pasarse el instrumento semanas estorbando por toda la casa, justo después de que Manolo, su dueño, decidiera que ya no lo tocaba más. Carmen, tenía  pensado colocar una bonita maceta en ese jarrón tan fantástico que compró para tal fin, pero por una cosa o por otra, el día de ir al vivero no llegaba nunca, así que decidió taparlo, por aquello tan femenino de que no cogiera polvo. "¿Qué tendrá la caja de caudales del abuelo?", piensa Marta entusiasmada imaginando mil y un tesoros... ¡Lástima que no haya encontrado aún al experto en abrir ese tipo de mecanismos! Eso del costurero ¿no será una indirecta, verdad, Paco? Porque si estás insinuando que no coso ni un botón, mira lo que le hago yo a tu costurero, le coloco una lámpara encima ¡y aquí paz y después gloria! Carlos iba camino de la chimenea cargadito de troncos, y claro, uno se le cayó por el camino y allí se quedó. Y para terminar, nos parece que Laura se ha leido demasiadas veces " La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina"... ¡Miedo nos da!

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Y es que todas las casas tienen su historia... ¿Cual es la vuestra?