La figura de Don Hermilio Valdizán (1885-1929), Padre de la Psiquiatría Peruana, merece ser más que la imagen borrosa de ese caballero gordito y de bonachón semblante, perdido en el sepia de los lejanos años de su vida a comienzos del siglo XX.
No hay mejor homenaje a un hombre que fue Maestro como el Dr. Valdizán, que acceder a su obra, a su lectura y su relectura, a esa semilla vivificante que gozosamente él esparció en su breve vida (el mismo Dr. Valdizán gustaba denominarse a sí mismo como 'sembrador', en irónico desdén de títulos honorarios o copetes académicos).
Ciertamente sus libros son difìcilmente accesibles hoy y el ramplón criterio utilitario prima: menudean las 'listas de libros para sobrevivir al primer año de residencia' que son encabezadas por el Manual del DSM -la clasificación norteamericana de enfermedades mentales- o por algún práctico vademécum psicofarmacológico que saque rápidamente de apuros. Ya no se lee a los clásicos, Jaspers contempla impávido cómo le crecen los hongos, Conrad enumera sus huequitos de polilla...
Recuerdo hace algunos años cuando una promoción de bisoños residentes fotocopiaba del 'Curso de Psiquiatría' de Honorio Delgado solamente los capítulos dedicados a la psicopatología: el resto no, dado que como argumentaba un novel colega: 'eso ya para qué sirve...'. Horror de horrores, todas las finas descripciones clìnicas de Honorio en los acápites nosológicos de su libro... 'ya no sirven'; talvez porque Honorio no se basaba en los criterios del DSM ni tenía tablas explicitándolos ni se regodeaba en los psicofármacos que eran incipientes entonces. Imagínense.
Ahora ponemos a disposición de Uds. un raro ejemplar de 'Historias de enfermos' del Dr. Hermilio Valdizán, editado en 1923 en las prensas del Asilo Colonia de la Magdalena. No se trata ciertamente de 'reportes de casos' en el sentido usual del término sino de la impresión empática que en un espìritu sensible forma la dolencia mental del afectado, la comprensión cabal del hombre o mujer enfermos a través de la narrativa de su padecer. Y Valdizán, hombre de fina penetración psicopatológica y de hábil pluma, se despliega solventemente en casos de psicosis, de histeria, de retardo mental, de fobias... Más allá de los estrechos vericuetos de un 'criterio diagnóstico', de una 'especificación de duración o episodio', en las páginas del Maestro asoman las personas, los seres humanos y sus vidas, no las insuficientes y maniqueas etiquetas.
Ojalá algún residente lea estas páginas y desde los deteriorados y amarillentos folios, trascendiendo el dilatado tiempo, llegue el mensaje del Maestro con toda su vigencia y todo su vigor. Nuestro querido Don Hermilio se lo merece.
Historias de enfermos - Hermilio Valdizán
_______________N.B. Con nuestro reiterado agradecimiento al dueño del ejemplar: el recalcitrante bibliófilo Dr. Santiago Stucchi, secundando además su caro anhelo de que la bibliofilia sea considerada dentro del rubro de las parafilias en el DSM-5 .
Otras entradas relacionadas en el blog:
- Hermilio Valdizán Medrano (1885-1929)
- Recuerdos de Don Honorio y de Don Hermilio
- Baltazar Gavilán, un loco de la colonia