Número 1. La familia Bélier.
Número 2. El lector.
Grata sorpresa la de esta película. Bonita selección de libros los que Michael le lee a Hanna. Con los que ella disfruta, sueña y se emociona. La historia avanza en los años y aún se vuelve más sorprendente su desenlace. Poco os puedo, y os quiero, contar sobre ella porque si desvelo aquí sus secretos os romperé la magia del film. Mejor que la veáis y la disfrutéis vosotros. A mí me dejó emocionada. Tal vez su extraña historia de amor, de necesidad, la lectura, el que te lean en voz alta… qué delicia.
Número 3. Lejos del mundanal ruido.
Los y las que adoramos a Charlotte Brontë o Jane Austen, sabemos que Thomas Hardy no nos decepcionará. Por lo tanto, en cuanto le di al play, supe que la película tampoco lo haría. Y no, no lo hizo. En esta ocasión es la lucha de una mujer, solitaria desde su niñez, en un mundo de hombres. Al mando de los trabajadores, de su vida y de sus sentimientos. Lidiando por escoger la mejor opción, equivocándose y viviendo lo que llega con todas las decisiones tomadas. Como la vida misma, vamos. Decidiendo constantemente, equivocándonos sí, pero sin vuelta atrás. Hay veces que lo que se deja perder, se pierde, pocas es cuando vuelve. Me encantó y tiene mucho que ver quiénes son sus protagonistas: Carey Mulligan y Matthias Schoenaerts, con un magnetismo perfecto entre ellos, a mi parecer. Siempre da gusto ver una peli inglesa de época, para mí entre mis opciones favoritas siempre.
Número 4. Romeo + Julieta.
Hace casi 20 años que esta película fue un bombazo. Recuerdo que la tragedia romántica de Shakespeare no entraba en los currículums escolares pero yo tuve necesidad de leerla por mi cuenta, como tantas otras. Esa era yo. Fui a ver la película al cine, a mis 15 años y tras conocer cada verso de Romeo a Julieta, me impactó mucho verlos y oírlos en esa versión de Luhrmann. Mucho. Hace unos días tuve ganas de volver a verla, revivirla y releer (¡Cómo no!) un ratito de su historia. Os la propongo este mes por si alguien se la perdió en su momento y desea un buen rato. Igual que Mucho ruido y pocasnueces, las películas que respetan el guión-libro original en sus diálogos son dignas de ver y rever por los siglos de los siglos. ¡Disfrutadla!
Como siempre historias nuevas y otras recuperadas del baúl de los recuerdos. Siempre medio abierto. El mes que viene más, si el tiempo lo permite y la lectura y la labor dejan lugar.