Las cabras son habituales en la Ruta del Cares
Comienzo de la ruta. Empezamos ascendiendo.
Madrugón.Son las 5:30 de la mañana de un 7 de agosto. Sí, vacaciones y a estas horas ya en pie. Nos espera una larga caminata de unas 6 horas y 24 km por delante y tenemos que aprovechar las primeras horas de luz antes de que el sol nos lo ponga más difícil.
Desayunamos fuerte, preparamos unos bocadillos y llenamos nuestras cantimploras con agua fresca. Vamos a acercarnos en coche hasta el punto donde comienza nuestro recorrido, el pueblo asturiano de Poncebos en Picos de Europa.
Nos ponemos las mochilas, cogemos los bastones y empezamos a subir... Nos espera una hora más o menos de ascender por un suelo lleno de piedras que no nos lo pone fácil pero, el paisaje es tan espectacular que merece la pena.
Estamos prácticamente solos, aún así vamos encontrándonos con otros que han decidido, como nosotros, empezar la ruta al amanecer para poder disfrutar del paisaje con la tranquilidad de no cruzarte constantemente con más senderistas.
Continuamos con un breve descenso.
Ya hemos terminado de subir y ahora la ruta se transforma en descenso, donde a lo lejos puedo ver alguna pequeña personita que nos lleva ventaja. En medio de la grandiosidad de los Picos de Europa parecemos hormiguitas siguiendo un camino. Es espectacular.Descubriendo cosas nuevas.
Yo pensaba que esta ruta que estábamos haciendo era simplemente una senda por el monte pero, uno de los senderistas con los que me encuentro me empieza a contar su historia:- Éste paisaje nos hace sentir pequeños, verdad? - me comenta con la vista puesta en las montañas-
- Sí, la verdad que me siento lejos de todo, no me lo esperaba así.
- No habíais hecho antes la ruta? Yo la hice por primera vez hace cinco años y esta es la tercera vez que vengo. No me canso. Eso sí, viniendo en agosto hay que venir a esta hora que luego se llena de gente y esto parece la Gran Vía -sonríe-
- Sí eso nos han dicho. Oh! qué bonito el río ahí abajo. Qué agua más transparente! Así que el camino sigue el cauce del río?
- ¿No sabes por qué existe esta ruta en este paisaje tan complejo?
- No... -respondo sonrojada- Pero si me lo cuentas, yo encantada -sonrío-
- La ruta del Cares es una de las más famosas que podemos hacer. Conocida por muchos por su impresionantes gargantas pero, a la vez, desconocida porque su historia tiene que ver con un tema industrial.
- Industrial? Esta maravilla de paisaje?
Fuente: raulsakisworld.blogspot.com.es
- El origen se remonta a 1915. Fue necesario crear un canal para conducir las aguas del Río Cares desde el pueblo de Caín (León) hasta la central hidroeléctrica de Poncebos (Asturias). Un trabajo que realizó la Sociedad Electra de Viesgo.
Ya ves que difícil pudo ser trabajar en este terreno donde no hay más que precipicios. Y más en esos años!
Según vayamos avanzando verás como el canal aparece en la superficie como se interna en uno de los 71 túneles barrenados a mano y construidos por los más de 500 trabajadores que empleó la obra.
- A mano! Buff, ya estoy viendo esto con otros ojos. Qué duro tuvo que ser trabajar aquí para construir un canal! Me parece imposible!
- Imagínate, fue un trabajo tan duro que se perdieron 2 vidas.
No paramos de andar más que de vez en cuando para sacara alguna fotografía y beber un poco de agua. Los pies ya empiezan a notar las horas... Llevamos 2 horas y media y ya nos queda menos para llegar a Caín, donde repondremos fuerzas. Desde allí nos quedarán 12 km para volver al punto de partida de nuestra ruta.
-No acabó ahí -prosiguió- porque en 1945 por problemas de mantenimiento tuvieron que hacer obras: picar roca, levantar muros de piedra, cortar madera para construir los puentes a 60 metros...
- Y las condiciones de seguridad no creo que se parecieran a las de hoy en día.
- Eran más rudimentarias, los obreros trabajaban atados con cuerdas...
- Bueno, gracias a esos trabajos hoy en día se puede disfrutar de esta ruta y el canal sigue haciendo su función. Sorprende cómo el hombre es capaz de atravesar obstáculos como, en este caso, los Picos de Europa, para cubrir necesidades.
Ya estamos a mitad de camino. Nos queda la vuelta!
Ya llegamos a Caín! Estamos en la provincia de León. A lo largo del camino hemos visto el canal en varios puntos y ahora pasamos por la presa. El río deja de estar a más 50 metros bajo nuestros pies. Ahora estamos a su altura. Cruzamos un pequeño puente y descalzos metemos los pies para relajarlos. Sin embargo está tan fría que los pinchazos que provoca no nos dejan estar ni 10 segundos en el agua.Fuente: raulsakisworld.blogspot.com.es
Es hora de tomar un descanso. Descalzos nos sentamos en las piedras y comemos el bocata. Sacamos unas fotos de nuestra hazaña y nos preparamos para volver por el mismo camino. Aún nos queda la mitad del recorrido. Otros 12 km de ruta que ahora haremos en dirección contraria. Disfrutaremos de sus gargantas y abismos bajo nuestros pies pero, ahora además, con todo lo aprendido que antes de empezar desconocíamos sobre su historia industrial.
Vamos, en marcha! Volvemos al comienzo con una experiencia más en nuestra mochila!