Hay platos que salen sobre la marcha, este es uno de ellos, lo bueno es que enseguida me los anoto y así puedo repetirlos modificando alguna que otra cosa.
Este es perfecto como entrante o para una cena, y además se puede dejar el hojaldre y la salsa de mostaza y sésamo hecha y en un momento se monta el plato.
¿El relleno? Una combinación de sabores y texturas que os va a encantar.
Ingredientes para 4 personas:
12-16 granos de uva sin semilla
4-6 lonchas de jamón ibérico
Semillas de sésamo blanco
75 cc. de aceite de oliva virgen extra
1 c/s rasa de almendra troceada
Cortar 4 cuadrados de hojaldre de unos 8-10 cm. de lado, pintar con huevo y esparcir unas semillas de sésamo blanco, cocer en horno precalentado a 200 º durante unos 10 minutos, o hasta que haya subido y esté cocido el hojaldre.
Dejar enfriar encima de una rejilla. Partir por la mitad horizontalmente.
Mientras preparar la vinagreta, poner en un frasco, todos los ingredientes de la vinagreta, cerrar, agitar y reservar.
Poner encima de la base de hojaldre rúcula, uva partida en dos, queso feta, tomates cherry partidos por la mitad, rodajas finas de pepino, mitades de huevo de codorniz, aliñar con la vinagreta, colocar trozos de jamón, poner la parte superior del hojaldre, servir decorado con un poco más de salsa vinagreta.
El hecho de hacer la vinagreta en un frasco es por tenerla siempre a mano, si sobra, se guarda en la nevera, es más práctico.
** El tamaño de los hojaldres un poco a vuestras necesidades, esta medida para mi es ideal.
** Lo mejor es tener los ingredientes preparados con anterioridad y en la nevera, así cuando queramos montar los hojaldres lo haremos en poquísimo tiempo.