No es broma. Risperdal (risperidona) es un medicamento antipsicótico muy popular usado incluso por niños. Ahora se ha publicado que recientes informes médicos aluden a un aumento del riesgo de ginecomastia (agrandamiento de los senos masculinos) con el uso de este fármaco.
Hace unos días, durante el congreso de la Asociación Americana de Psiquiatría Geriátrica (AAPG), el epidemiólogo de la Universidad de British Columbia, Mahyar Etminan, presentó los datos de un estudio que prueba el riesgo que tiene los hombres mayores de sufrir ginecomastia debido al consumo de Risperdal.
Esto también puede ocurrir con el fármaco Invega (paliperidona, un derivado de la risperidona fabricado, como el primero, por el laboratorio Jannsen).
El médico piensa que también están en riesgo jóvenes y niños. El estudio de Etiminan se revisa ahora para su publicación, así que estaremos atentos.
Muchos niños autistas, por ejemplo, tienen esta reacción adversa (crecimiento de pecho como). Y no sólo autistas pues la indicación de Risperdal se ha extendido por ejemplo al TDAH, el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.
Los muchachos que toman el fármaco crecen y llevan sus casos a juicio por efectos como ginecomastia, trastornos metabólicos y disquinesias, trastornos que están muy infravalorados en el prospecto e infradenunciados como efectos secundarios a las agencias de medicamentos.
Tal vez el informe del médico Etiminan nos concrete hasta qué punto sufre la población consumidora de Risperdal gionecomastia. Lo que está más claro es la enorme frecuencia con la que tanto hombres como mujeres sufren hiperprolactinemia.
La hiperprolactinemia es el aumento de los niveles de la hormona prolactina en sangre. La prolactina es una hormona sexual que cumple un papel fundamental durante la lactancia materna. Este efecto adverso común a los medicamentos antipsicóticos es el que provoca la citada ginecomastia en los hombres (en las mujeres también pero por motivos obvios no se nota tanto).