‘Es una lástima que una satisfacción tan primordial como la comida se haya convertido en una de nuestras ansiedades más obsesivas’. C. Northrup.
Lo importante y primordial es sentirse libre, nadie te obliga a comer como un pajarito o a hartarte de chocolate y bollos, por ejemplo. Nuestra mente está tan programada y condicionada que nos agobia con sus paranoias y sus conclusiones destructivas y negativas: ‘Te vas a poner como una vaca si sigues así’; ‘Ya has vuelto a caer, no tienes fuerza de voluntad’; ‘Si, si, pues ya que has empezado, no pares, de tirados al río, ves a por esas galletas de allí ahora que no nos ve nadie’.
Si por un momento alguien grabara nuestras conversaciones mentales y pudiéramos oir por unos altavoces las barbaridades (idioteces, más bien) que pensamos, creo que sería más vergonzoso que el hecho de saltarse la dieta en si.
Debemos cambiar el chip, dejar de manipularnos y de autoagredirnos de esta manera. Si ‘pecamos’ pues que sea porque realmente nos apetece y no sentir que hemos pecado, no catalogarlo ni como pecado ni como delito. Si simplemente te apetece un trozo de chocolate pues tómatelo pero de ahí a que tu culpabilidad te aceche durante horas después de haberlo comido hace que luego ya no te tomes sólo un trozo sino que te comas la tableta entera o te apetezca continuar con más comida basura. Y entonces aparece el desastre emocional donde nuestra mente nos acribilla con su ‘No vales nada, eres un cero a la izquierda’.
Ahora que ha llegado la primavera todo el mundo quiere perder esos kilos que ha cogido durante el invierno poniéndose las botas o saltándose la dieta día sí y día también. Los quiere perder en un tiempo récord, rapidito, de la noche a la mañana y aquí es donde aparece la impaciencia, la ansiedad y claro, esto es un imposible, una irrealidad que parece que aún no entiende nuestra cabecita pensante y negativa. Empezamos dietas super estrictas con mucha convicción, con muchas ganas y a la semana, al no ver los resultados esperados, que siempre son inalcanzables por culpa del bombardeo mediático de chicas con super tetas y cintura de avispa y chicos con tabletas de chocolate que casi no pueden ni respirar, pues volvemos a ‘caer’ en la tentación y volvemos a ‘saltarnos la dieta’…¿Qué estamos haciendo? ¡¿Qué caída ni qué salto?! ¡Paremos por un momento, por favor! Todos sabemos y conocemos nuestro cuerpo perfectamente y sabemos lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Sabemos por qué hemos engordado, por qué tenemos acidez, por qué vamos estreñidos (somos unos estreñidos mentales, la verdad). No somos unos ignorantes pero parece que la industria alimentaria y farmacéutica nos lo repite tanto y nos crea confusión con mala información que al final nos creemos que somos unos ineptos analfabetos alimentarios y nos sentimos totalmente perdidos. Pero realmente no es verdad. Todo el mundo sin necesidad de ayuda, a excepción de algunos casos, puede empezar a cuidarse por si solo. Si, él solito.
Ya sé que nos han desorientado y siempre va bien que algún profesional nos asesore y nos guíe, pero una vez ya tenemos toda la información, una vez ya conocemos el camino, pues es hora de coger nuestra vida por los cuernos y empezar a andar solitos, que este camino no tiene pérdida, puede que algunas vallas tengamos que saltar, pero bueno, si son saltos de dieta conscientes sin luego sentirse culpables o malas personas pues ya está, no hay que hacer una montaña de un grano de arena.
‘Muchas madres dicen a sus hijas en tono desaprobado: ‘Ya estás comiendo otra vez’. Cuando se repite este tipo de avergonzamiento, en la niña se establece la sensación de que su deseo de comer la hace mala persona. ¿Cuántas mujeres conoces que se acercan a la bandeja de postres diciendo: ‘Ahora voy a ser una chica mala y voy a comer este pastel’. C. Northrup
Comemos a diario y varias veces al día, no nos atormentemos, disfrutemos de la comida ya que el que se siente libre en su vida puede estar más sano y feliz comiendo unos huevos fritos con patatas fritas que el que sólo vive a base de lechugas y poco más. Aquí os puedo asegurar que el infeliz está claro quién es porque seguro que luego a escondidas se zampa todo lo que pilla en la nevera apareciendo el remordimiento y el dolor emocional.
Difícil elección, ¿verdad? Con su mirada hacia la otra supuesta elección parece que al final acabará comiéndose las dos opciones o más...
No te saltes la dieta (¿qué dieta?), disfruta de tu comida sea la comida que hayas elegido, sé libre de elección para luego no tener que lidiar con nuestra mente ‘chingona’. Si, así es como llamo a mi mente cuando no para de acribillarme y anularme.
Sinceramente yo paso de ‘saltarme la dieta’ y no porque me obligue a no hacerlo sino porque realmente no me apetece comer comida basura, no me entra ninguna apetencia ni ganas de atiborrarme a mierda con galletas industriales grasientas o patatas fritas con acrilamida cancerígenas, ni helados industriales (que de helados ya tienen poco) ni a chucherías ni porquerías de colores. Prefiero no ‘saltar’, vamos que paso tres pueblos de estas manipulaciones mentales y prefiero deleitarme con buena comida, con auténtica comida simple y llanamente y si es local mucho mejor. Tengo una clienta que dice que yo ‘no cuento’ porque soy de otro planeta. En fin, por ahora me las puedo arreglar bien aquí, en la Tierra.
Por último recordar, por si todavía alguno no se ha dado cuenta o no se ha percatado, de la cantidad de enfermedades que tenemos por culpa de la industria alimentaria y de los ‘saltos de dieta’: obesidad, diabetes, anemia ferropénica, ácido úrico, colesterol, estreñimiento, diarrea, hernia de hiato…En fin, un sinfín. La comida de supermercado sale barata, muy barata pero luego debemos pagar un alto precio por las enfermedades que nos trae.
Este es el 'Happy Meal' que fotografía a diario Sally Davies. Feliz se ve, la verdad, no tiene pinta de 'morirse' nunca...
Como anécdota, contar que el 10 de abril de 2010, Sally Davies empezó ‘Happy Meal Project’: Compró un Happy Meal del MacDonalds y empezó a fotografiarlo a diario para ver cómo iba su proceso de descomposición y así demostrar lo poco saludable que es la comida fast-food. Ya han pasado tres años y parece que la hamburguesa no se desintengra. El pan se ha secado y partido en alguna parte, la carne se quedó como una piedra tras los primeros días y las patatas fritas tienen casi el mismo aspecto. Esto nos dice claramente las pocas cualidades nutricionales que tiene este menú infantil al no pudrirse con el paso del tiempo.
‘Continuaré fotografiando la hamburguesa hasta que se desintegre, lo que puede llevarme el resto de mi vida natural’. Sally Davies
NOTA de AVISO para los que tienen ANSIEDAD por la COMIDA y otras FOBIAS NUTRICIONALES y para los BULÍMICOS, ANORÉXICOS y demás -ICOS:
Seguro que muchos os habéis sentido identificados en este post pero realmente no va dirigido a vosotros ya que cuando alguien tiene un problema, fobia o ansiedad por la comida realmente tiene que un verdadero problema (valga la redundancia) psicológico y emocional importante. Lo primero que debemos hacer es aceptarlo, ser conscientes de ello y lo segundo, ponerse manos a la obra con terapia tanto nutricional como emocional. Sé que es muy difícil y que necesitáis mucho apoyo en todos los sentidos ya que muchos de vosotros buscáis esa falta de amor y cariño a través de la comida y normalmente suele ser comida ‘basura’, comida que no os aporta nada bueno ni os reconforta ni os da ese ansiado amor ni llena vuestro vacío existencial. Es muy difícil, ya que aquí no saltaréis sino caeréis en picado en varias ocasiones y tendréis que levantaros para seguir adelante con la cabeza bien alta, tendréis que esforzaros mucho y necesitaréis tiempo para recuperaros de verdad. Si, tiempo, el mismo tiempo que se dedicó a haceros daño con la comida, el mismo que se dedicó para convertir a la comida en obsesión. Puede que el tiempo de recuperación sea menor del esperado pero no hay que bajar la guardia y lo siento por lo que digo a continuación pero vuestro problema en algunos casos podría ser comparado con el quien lo tiene con el alcohol, los medicamentos o las drogas. Una vez aceptemos esta condición es cuando se abrirán las puertas a una nuevo camino para llevaros a recuperar tu salud mental, emocional y física.
‘Recuerde que no puede permitirse caer en la tentación de ‘dejarlo para mañana’. En el proceso de curación sólo existe el hoy. Mañana nunca llega’.‘El proceso de curación es un viaje solitario. Dedíquese con constancia a la labor de recuperar su salud mental y física. No deje que las limitaciones que experimenta hoy influyan en lo que pueda conseguir mañana’. Carolyne Miss Carolyne Miss
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com
- Blog this!
- Bookmark on Delicious
- Digg this post
- Recommend on Facebook
- share via Reddit
- Share with Stumblers
- Tweet about it
- Subscribe to the comments on this post
- Print for later
- Bookmark in Browser
- Tell a friend