Esta mañana el consorte me ha puesto de mala leche. La niña me ha puesto de mala leche y el niño porque no se ha levantado, pero seguro que en cuanto se levante me pondrá de mala leche.
Encima me pongo algo por encima y me bajo a la tahona de mi pueblo, porque en mi pueblo tenemos tahona de toda la vida, de las que abren a las dos de la mañana y empieza a hacer el pan y cierra a la once de la mañana.
El caso es que aparco a la puerta, pongo los warning que para eso vivo en un pueblo y no voy a ir a aparcar a tomar por saco, si total es un momento.
-Hola dame dos trenzas y una napolitana
Y de repente entra la tonta.
-¡Hola! Como Leticia Sabater cuando andaba con las trenzas haciendo el gili.
-Hola
-Veo a tu marido en misa.
-Ah
-¿Qué? Ya de camino al trabajo.
-No. Estoy en el paro.
-Uff lo siento mujer. Si es que está todo fatal, al final vamos a tener que emigrar todos.
(Dios porque me lo pones tan fácil, además hoy, que voy con el indio subido…)
-¡A ver si es verdad de una puñetera vez! Pago y me voy
Caras de acelga en la panadería
Era la alcaldesa de mi pueblo.
Es una chica maja y que no lo está haciendo mal, es cierto.
Pero como decía mi suegro: “Hoy no está la santa pa’ tafetanes”
Hoy no tengo ganas de nada. Me voy por ahí a dar una vuelta a ver si me despejo.
Chao, os veo por la tarde.