Respirar humo de segunda mano elevaría el riesgo de desarrollar trastornos mentales y conductuales en los niños, incluido el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según sugiere un estudio.
Esto se suma a las evidencias de que los hijos de madres que fumaron durante el embarazo serían más propensos a tener problemas conductuales. La exposición al humo de segunda mano está asociada también con problemas cardíacos y respiratorios infantiles.
"Es momento de empezar a evitar la exposición infantil al humo de segunda mano si queremos prevenir enfermedades", dijo el doctor Bruce Lanphear, director del Children's Environmental Health Center, Cincinnati. "Contamos con las pruebas suficientes como para prevenir muchas de esas enfermedades, pero no lo hacemos", agregó.
El equipo de Frank Bandiera, de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami, estudió la relación entre el humo de segunda mano y la salud mental en una muestra representativa del país con casi 3.000 niños de entre 8 y 15 años.
El estudio midió el nivel de cotinina en sangre para detectar qué niños habían estado expuestos al humo de segunda mano. A aquellos con los niveles más altos se los consideró fumadores y se los excluyó.
Además, el equipo entrevistó a todos los participantes para identificar síntomas mentales o conductuales.
Tras considerar factores como la edad y la etnia, los varones expuestos al humo de segunda mano eran más propensos a tener síntomas de TDAH, depresión, ansiedad y trastornos de conducta que los que no estaban expuestos al humo de cigarrillo. Las niñas expuestas al humo de segunda mano tenían sólo más síntomas de TDAH y de ansiedad que el resto.
Aun así, la cantidad de niños con la mayoría de esas enfermedades diagnosticadas seguía siendo baja. Mientras que 201 niños (7 por ciento) tenía síntomas suficientes como para diagnosticarles TDAH, solamente se les diagnosticó depresión a 15 y trastorno de ansiedad a nueve de los participantes.
Los autores reconocen que es difícil separar los efectos del humo de segunda mano del daño que les pudieron ocasionar las madres al fumar durante el embarazo.
En un comentario publicado con el estudio, el doctor Jonathan Samet, de la Escuela Keck de Medicina, de la Universidad de Carolina del Sur, opina que se necesitan más estudios para determinar cómo la exposición al humo de segunda mano puede afectar el cerebro de los niños.
Bandiera aclaró que el estudio no prueba que el humo de segunda mano cause trastornos mentales y conductuales. Pero, mientras tanto, "deberíamos mantener a los niños alejados".
El estudio aparece publicado en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine junto con una investigación de un equipo de Reino Unido que demostró una relación entre la exposición al humo de segunda mano y los problemas de salud mental en unos 900 niños.
El Cirujano General de Estados Unidos estima que el 60 por ciento de los niños está expuesto al humo de segunda mano.
Los autores concluyen que se necesita ampliar la prohibición de fumar a los lugares públicos donde haya niños y evitar la exposición infantil al humo de segunda mano en el hogar.
Desde | Reuters Health
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