Investigadores de la Universidad de Turku, en Finlandia, encontraron que el humo pasivo es dañino para los vasos sanguíneos de los niños, adolescentes y adultos. El equipo estudió a 494 niños de entre 8 y 13 años que participaron en una investigación sobre enfermedad cardíaca. Los especialistas midieron sus niveles de cotinina, un subproducto de la nicotina que se encuentra en la sangre después de que una persona respira humo de tabaco. Los niños con la mayor cantidad de cotinina en sangre tenían paredes de la arteria carótida un 8% más gruesas, en promedio, que las de los niños con los menores niveles, reportó el equipo en la revista Circulation Cardiovascular Quality and Outcomes. Estos hallazgos sugieren que los niños no deberían exponerse al humo de tabaco, hasta una pequeña exposición podría ser nociva para sus vasos sanguíneos.