Es como una cachetada (ya saben, los dulces) de fruta hecha en casa. Perfecta para cualquier niño y adulto. Además muy fácil de hacer.
1. Poner 2 tazas de fruta picada a elegir (mango, piña, fresas, moras, papaya, etc.) con 1/4 de taza de agua en la licuadora. Mezclar hasta que quede suavecito.
2. Poner papel encerado en una charola, como si fueran a hacer galletas, y rocíarle un poco de aceite.
3. Vertir en la charola la mezcla de fruta. Entre más delgado, menos tiempo se tarda en quedar duro, pero el sabor mejor cuando está más gordito. Así que jueguen un poco con el grosor y pónganlo como quieran.
4. Hornear a 120C por 15 minutos. Y (parte MUY importante) ¡no abran la puerta del horno! dejen la charola ahí adentro unas 5-7 horas para que quede bien seco.
5. Ya que no esté pegajoso, saquen la charola del horno y corten en tiras largas. Enrollen y a a disfrutar.
Escrito por Fernanda Rodríguez del Peón