Seguimos el post anterior sobre ideas de decoración para una tienda de cupcakes. Y ampliamos también aquí el término para incluir salones de té y degustación. En aquella ocasión vimos ejemplos que seguían un estilo vintage o que jugaban con los motivos infantiles y los colores pastel. Visitamos ahora otros estilos y otros países.
DECORAR UNA TIENDA DE CUPCAKES: EL TOQUE DESENFADADO Y HUMORÍSTICO
De Proeverie está en Katelijnstraat 6, Brujas (Bélgica) y su aspecto sobrio contrasta con pinceladas de humor, como ese retrato aristocrático y antropomórfico de un perro.
El cartel en el escaparate hace un llamamiento a los transeúntes: “Keep calm and eat a cupcake” (Relájate y cómete un cupcake).
Decoración de salones de té y degustación – De Proeverie, Brujas
DECORAR UN ESTABLECIMIENTO DE CUPCAKES: EL TOQUE CLÁSICO
La Patisserie Prestige, en Vlamingstraat 12, también de Brujas (Bélgica), tiene el ambiente que se podría esperar de la sala de estar de la abuela. O de un hotelito decente y tradicional.
El mobiliario es de madera y los colores pistacho y crema de los tapizados, el suelo y las guirnaldas en las paredes nos recuerdan los tonos de sus pancakes, crêpes, waffles, tartaletas, Sacher y tiramisús…
Podemos ver dos bancos acolchados en un extremo y dos sofás en el otro. En el centro, la barra con el surtido de repostería. La iluminación con ojos de buey es complementaria a la más íntima de los faroles y apliques clásicos.
Decorar un establecimiento de cupcakes – Pastisserie Prestige en Brujas
Decorar un establecimiento de cupcakes – Pastisserie Prestige en Brujas
MÁS IDEAS PARA LA DECORACIÓN DE UNA TIENDA DE CUPCAKES: EL TOQUE ECLÉCTICO Y POP
Cambiamos de país: Holanda. En Ámsterdam hay un establecimiento de visita obligada, De Taart van m’n Tante, tanto por su ambiente como por lo bien cocinadas y preparadas que son esas tartas “de mí tía” a las que hace referencia el nombre.
La decoración es variada y el mobiliario bien podría haberse comprado en mercadillos de segunda mano, tan populares en el país. Las sillas no necesariamente deben ser iguales. La jaula de la cotorra, el caballo de juguete rescatado del desván, las flores de plástico y otros elementos kitsch, en colores vivos y juveniles, ponen un marco divertido y excéntrico a la degustación de deliciosos cupcakes.
Una decoración ecléctica y pop reforzada con iluminación de fiesta mayor. Un estilo sorprendente, alternativo y que provoca una instantánea sensación de alegría y despreocupación.
Las imágenes son de The Cupcake Crusader.
Decoración de una tienda de repostería de cupcakes – De Taart van m’n tante