Buenísimos días desde Barcelona! Me he venido a pasar el puente con unas amigas y así aprovechar para ver a Claudia. (Ya sabéis que podéis seguir todos mis pasos por Barcelona en mis redes sociales: snapchat (@fatimacadiz), instagram o twitter). Hoy os traigo un post diferente que espero que os guste y os de algún consejo :)Personalmente, soy de las personas que consideran que es fundamental cuidarse, que cuidar la alimentación es muy importante no sólo por estética, sino por salud. Siempre, el cuidarse incluye hacer deporte. En mi caso, por poco tiempo, actualmente no hago nada de deporte, pero, en general, ando bastante y ese mínimo esfuerzo, el caminar, es muy saludable y todos deberíamos hacerlo.
Hace ya muchos años, diría que unos 5 o 6, cambié mi estilo de vida radicalmente. Hasta los 17 años comía bastante regular. No me gustaban las verduras, ni la fruta, ni las ensaladas y comía bastante porquería. Hasta que un día dije "hasta aquí llegué, voy a cuidarme". La motivación quizás fue que tenía la piel bastante grasa y con tendencia acneica y yo siempre culpaba al chocolate y a las grasas (y después mejoró bastante pero las hormonas y los ciclos menstruales tampoco ayudan así que el acné no lo he conseguido eliminar de mi vida por completo) o quizás el perder esos Kg de más y perder algún que otro complejo que venía arrastrando. Y el esfuerzo tuvo su recompensa. Fue un cambio muy radical, (y tanto que corté con el chocolate, ni siquiera colacao. Y así me inicié en otro de mis vicios: el café) prohibiéndome probar fritos, dulces y cosas poco sanas. En su lugar, empecé a comer mucha fruta, mucha verdura y mucha ensalada. Al principio me costaba y, sin embargo, ahora son los elementos esenciales para mí. Adelgace muchísimo, simplemente con el hecho de cambiar esos hábitos malos, sin pasar hambre pero siendo realmente estricta. Me mantuve unos 3-4 años así, en el mismo peso, hasta que, no sé muy bien por qué, volví a engordar. Me descuidé un poco más, también porque coincidió con años de muchos viajes y mucha vida social y eso, indiscutiblemente, engorda. Pero en casa sí que seguía más o menos las mismas normas. Luego vino mi erasmus y, claro, te vas un año a Italia y la pasta, la pizza, los dulces y los helados no faltan. Pero, la verdad, era mi año y no me iba a preocupar demasiado por no engordar. De hecho no engordé, pero no adelgacé nada. A la vuelta de mi erasmus, volví a casa. Era verano y entonces era cuando más apetecía el gazpacho, las ensaladas, y la comida sana. Así que pensé que era el momento clave para recuperar la buena rutina, las buenas comidas y perder esos kilos que sobraban. Y así hasta hoy. He perdido bastante. Pero no es cuestión de peso ni de dietas estrictas de lo que quiero hablar. Yo no hago dietas. Me parece absurdo porque o la mantienes toda la vida, o al final recuperas todo. Se trata de construir una rutina sana, equilibrada, que podamos mantener de por vida. Y es que en mi caso, el comer sano me hace sentirme mejor física y mentalmente. Pero se trata de aprender a comer, y no de obsesionarnos con el tema. En mi caso entre semana soy más estricta. Siempre comiendo lo que hay en casa, en poca cantidad, pero cualquier cosa (evitando obviamente los fritos y el pan para acompañar las comidas): potajes, carne, pescado, arroces, pasta, etc. y siempre haciendo las cenas muy lights (creo que es un punto muy importante): ensaladas, cremas de verdura, sopa, tortilla a la francesa, salteado de verduras, etc. El fin de semana me doy algún capricho: un buen plato de pasta de esos que aprendí a cocinar en Italia, un dulce cuando sales a merendar con tus amigas, etc. Y, de momento, estoy muy contenta.
Después de esta introducción, voy a daros algunas ideas sobre qué desayunar durante la semana. El desayuno es para mí la comida más importante del día. Lo suelo hacer sobre las 07.00h y, normalmente, no paro en toda la mañana por lo que ya no como más hasta las 15.00-15.30h. Por este motivo, es la comida a la que más importancia le doy. Si tengo que elegir algo, las tostadas son mi mejor opción. Pero es cierto que me aburría de desayunar siempre lo mismo, sobre todo porque es la comida que cojo con más ganas a lo largo del día. Así que me propuse ir variando y así hoy os traigo 5 opciones para cada día de la semana (y el fin de, libre!). Algunas más sanas que otra pero considero que todas, en las cantidades adecuadas, es sano.
Espero que os gusten!!
1. Tostadas
- Con aguacate y pavo
Desde que descubrí el aguacate para mis tostadas no puedo vivir sin él! Es cierto que no lo tomo a diario pero de vez en cuando me encanta en mis tostadas! ¿El aguacate engorda? Sí pero tenemos que matizar! Se trata de una fruta con muchas más calorías que otras frutas pero... ¡sus grasas son buenas! Es rico en omega3 y en fibras y vitaminas... ¡por lo que no debemos prohibirnos comerlo! Al revés, es muy saludable.En esta opción, que es mi favorita, utilizo pan de cereales. Le añado un poco de aceite de oliva virgen extra, el aguacate triturado con unas gotas de limón, un poco de sal y pimienta y un par de lonchas de pavo.. ¡El resultado esta riquísimo y me sacia mucho!
- Con aceite y tomate
2. Yogurt desnatado y muesli
3. Galletas de avena.
4. French toast
5. Tortitas de avena
¡Espero que os haya sido útil este post! Si queréis más como éste solo tenéis que decirlo. Y vosotros, ¿qué soléis desayunar?¿me dais alguna recomendación?