El equipo utilizó un método llamado "aleatorización mendeliana" (MR) para obtener sus hallazgos. Esta técnica combina información genética y métodos epidemiológicos convencionales. También aborda la causalidad sin sesgos que puedan comprometer la validez de los enfoques epidemiológicos. Evaluaron 74.124 casos de diabetes tipo 2 y 824.006 participantes de control. La edad media de los participantes fue de alrededor de 55 años y el 51,8% de ellos eran hombres. Luego, los investigadores examinaron 238 estudios y entre los 97 factores que analizaron, solo 19 aumentaron el riesgo de diabetes.
El insomnio se identificó como un factor de riesgo novedoso: las personas que viven con la afección tienen un 17% más de probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Los otros factores de riesgo incluyen: Depresión, fumar, hipertensión, consumo de cafeína, obesidad, niveles en plasma sanguíneo de cuatro ácidos grasos saturados y poliinsaturados, niveles en plasma sanguíneo de tres aminoácidos: valina, leucina e isoleucina. Niveles en plasma sanguíneo de alanina aminotransferasa, enzima que facilita la función hepática.
Las exposiciones asociadas con un menor riesgo de diabetes tipo 2 incluyen: el aminoácido, alanina, lipoproteínas de alta densidad o colesterol bueno, colesterol total, la edad en que las mujeres comienzan a menstruar, niveles de testosterona, peso de nacimiento, altura en la edad adulta, masa corporal magra para mujeres, cuatro ácidos grasos plasmáticos, vitamina D. y Nivel de Educación
Si bien los hallazgos del estudio ofrecen información importante que podría ser útil en la elaboración de políticas de salud pública, su principal limitación es la naturaleza homogénea de la población de estudio. Según la FID, el 79% de los adultos con diabetes viven en países de ingresos bajos y medios. Los estudios también han encontrado que la probabilidad de desarrollar diabetes es significativamente mayor para las personas negras en comparación con los adultos blancos.