Identificando mis emociones: el principio no.1 para desarrollar la inteligencia emocional

Por Ximena Hg

El Costo de vivir en el siglo XXI

Viviendo una vida con mayor apuro, con tecnologías y entretenimientos múltiples, apresurados por la vida en todos los ámbitos; rara vez podremos voltear a ver nuestro interior. Esta es una situación muy HABITUAL en este siglo. Por tanto, consideramos todo antes que nosotros mismos, como prioridad; cuando la prioridad es uno mismo, para evitar tender a enfermedades (físicas o psicológicas) y al final no saber por qué nos pasa lo que nos pasa.

El equilibrio y armonía son elementos indispensables de mantener en nuestras vidas y darle fluidez y sentido a cada cosa que hagamos, apreciando no sólo nuestras funciones como esposo(a), padre/madre, hijos de familia, miembros de una sociedad, profesionistas, etc., sino también valorar y disfrutar los acontecimientos y detalles que se nos presentan (un paseo por el parque, una ida a la tienda, al cine, compartir con los amigos, un aniversario, vacaciones, tiempo de lectura o un espacio de silencio y descanso para nosotros, tiempo de calidad con la familia, entre otros).

 El ser humano se ha olvidado de involucrarse más en el sentido de la Felicidad y Bienestar y aumentado su tendencia a inclinarse por las preocupaciones diarias y hasta cierto grado de negación ante cuestiones tan importantes como procurar una calidad de vida antes que una calidad por cantidad en la vida.

¿Desde cuándo existe el concepto de IE (Inteligencia Emocional)?

 Desde que Darwin y su teoría de los humanos con respecto a ser animales pensantes y de evolución mayor a la de las demás especies; considera que por tanto, éste percibe sensaciones que afilia a su entorno y a una razón, tales como los sentimientos y emociones. El ser humano no solo reacciona por instinto, claro que esta es la base de toda acción; pero hay algo más en las personas que mero impulso: un raciocinio, que nos ayuda a reconocer y diferenciar una emoción de la otra, una actitud ante de determinada situación en diferencia con otra situación y una similar reacción, más no idéntica: Ejemplo: Cuando mi madre me grita, me enojo / Cuando mi padre me grita, lloro (Paciente mujer de 20 años, en proceso psicológico). Ante una misma situación pudiese haber un repertorio de concepciones y asimilaciones distintas, que nos producen emociones distintas.

Posteriormente, Howard Gardner trabajó con su Teoría en relación a las Inteligencias Múltiples. Él consideraba que nuestro intelecto era cual árbol con ramificaciones provenientes del mismo. Existen personas con mayor tendencia y facilidad de aprendizaje en desarrollar inteligencias artísticas, matemáticas, espaciales, inter e intra personales, entre otras.

Con el paso del tiempo, Daniel Goleman le da un concepto más digerible, haciendo renombre a la Inteligencia y Coeficiente Emocional, algo totalmente distinto al Coeficiente Intelectual o CI. Promoviendo el valor adecuado al enfoque emocional e interno de un ser humano, para ser educado o re-educado y contribuir a su calidad de vida.

Función Natural de las Emociones

Existen 3 funciones de las Emociones, que a continuación se describen:

  1. Adaptativas: Las emociones son el medio por el cual el cerebro y sistema nervioso se hace evidente en el cuerpo y en procesos de pensamiento, para que, al final de dicha sensación y asimilación, el cuerpo vuelva a su estado natural de calma y regulación emocional. En otras palabras, las emociones son descargas de sentimientos representados en acciones, que definen el grado de destrucción, evasión o intensión creativa y de conocimiento nuevo.
  1. Sociales: La función social de la emoción en sí, es identificarse con otras personas en pensamiento o creencias, es asociarse o adaptarse a grupos sociales que tengan un idealismo sobre el concepto de vivir y es mantener el respeto y respaldo a terceros. Por el contrario, en casos inadaptados, la función es salir del contexto o agrupación social, haciendo uso de actitudes y emociones irrespetuosas que no se miden o piensan en su momento, pero que hablan de nuestro interior, propiciando la aversión y hastío sobre creencias o ideas que van en contra de nuestra identidad o con lo que sentimos que nos identificamos y los otros no.
  1. Motivacionales: Cuando se tiene la capacidad de discernir la emoción o cuando éstas en el momento cumbre de la misma, existe un plus energético que te lleva a generar una ventaja sobre cualquier cosa que desees hacer, a modo negativo o positivo (Ej.- Negativo: me enojo tanto, que puedo golpear / Positivo: Estoy tan alegre que saldré a bailar; ya sea por impulso – actuación inconsciente o por discernimiento – acto consciente).

 

Beneficios de Reconocer e Identificar las Emociones

Por consiguiente, estos son algunos beneficios si te decides a ser parte de involucrarte más con el desarrollo de Habilidades Emocionales:

  • Capacidad de motivarnos a nosotros
  • Evitar que la angustia interfiera con nuestras facultades racionales
  • Empatizar y confiar en los demás.
  • A diferencia de lo que ocurre con el Cl (Coeficiente Intelectual), no solo se racionaliza al reconocer y mantener un Coeficiente Emocional, sino que se involucra al pensamiento y el sentimiento para generar la emoción adecuada. Esto puedes lograrlo una vez que reconozcas tus emociones, maneras de actuar y formas optativas de responder a situaciones originadas en tu medio social.

La Psicoterapia, como medio para reprogramar las Emociones

Hablo de reprogramación en Psicoterapia, ya que la mayoría de nuestras conductas tienen detrás del telón emociones arraigadas por situaciones de impacto (pudiendo ser desde la infancia o desde otras etapas de vida) y que en automático se efectúan; es decir, que, por lo general hay cosas para las que reaccionamos sin pensarlo, y a veces sin tener esa conciencia despierta, ya hemos actuado de algún modo, por lo general con arranques o impulsos nocivos para nosotros y quienes nos rodean.

Se requiere trabajar con cada una de las Emociones, haciendo conciencia de cuándo y cómo actuamos con emociones básicas: enojo, tristeza, decepción, alegría, sorpresa, duda, nostalgia, etc., a modo de reconocer e identificar cada una de éstas, para realizar conciencia y manejar técnicas que proporcionen mayor seguridad y generar ese lado funcional-motivacional de las emociones y los sentimientos. Hallar un porqué productivo y/o benéfico es darle un giro que tiende a reprogramar las emociones, con el proceso gradual que cada persona considere (esto es, al ritmo de cada quien), ya que cada quien tiene sus propias fortalezas y limitaciones que en el camino también van favoreciendo o alentando el proceso terapeútico individual.

El principio de fomentar una buena inteligencia emocional, es aprender a diferenciar el instinto de la razón, los eslabones débiles de los mejor estructurados y comenzar el camino de autodescubrirnos, pasando del temor de reconocernos al optimismo y empoderamiento de nosotros mismos.

 Referencias

  •  Goleman, D., (2001) Inteligencia Emocional. Barcelona: Editorial Kairós.
  • Breve artículo sobre la IE: El reconocimiento de las Emociones. (2008). Portal Universia: http://www.universia.net.
  • Goleman, D., (1998) La práctica de la Inteligencia Emocional. Barcelona: Editorial Kairós.
  • Mariano Chóliz (2005). Psicología de la Emoción: El Proceso Emocional. http://www.uv.es/=choliz.
  • Fernández, A., Dufey, M., et al. (2007). Expresión y reconocimiento de emociones: un punto de encuentro entre evolución, psicofisiología y neurociencias. Revista Chilena de Neuropsicología. Sociedad Chilena de Neuropsicología.
20.671956 -103.416501