Dicen la lógica y las matemáticas
que el único subconjunto del conjunto vacío es él mismo. En este universo
cambiante, donde nada permanece estático, pocas verdades hallaremos más reales
que la soledad, la angustia de no poder detener el tiempo y la incapacidad para
retener a las personas. Todo acaba a la deriva en un magma de recuerdos, donde
los instantes de felicidad, los rencores y los remordimientos se alternan al
timón de la exigua balsa que los mantiene a flote. Pero a pesar de la relatividad
de la memoria, es lícito creer que cada paso que damos quedará de algún modo marcado
de forma indeleble en el cosmos, que quizá seamos sólo carne de la que apenas subsistirá
el nombre, pero que hemos dejado una estela allá por donde hemos pasado. De tal
forma, Igløø siguen adelante, de nuevo con cambios en su
formación, pero manteniendo en su sonido lo mejor de quienes han formado parte
de la banda.
Grabado en “El laboratorio
criogénico” (Caldas de Reis) y mezclado en Planta Sónica 2 (Vigo) por Alber
Castro Amarelle, El conjunto vacío recupera, merced a la labor en la
producción de Beni Ferreiro y Adolfo Langa y a la posterior masterización de
Jordi Gil en los estudios Sputnik (Sevilla), el brillante sonido de La transición de fase, enfocado ahora
hacia un mayor dramatismo acorde con la temática de sus nuevas canciones. Las
potentes bases rítmicas del álbum proporcionan a las pistas una mayor entidad,
un poderoso andamiaje sin fisuras en el que las melodías pueden crecer seguras,
en un alarde de épica contenida, al dictado de los textos de Beni Ferreiro. Igløø
demuestran su versatilidad en cortes tan aparentemente
alejados entre sí como la tensa y atormentada “Halloween vs Samaín” y la tierna
“Todos los días amanece”, pasando por las oscuras guitarras de “Sinatra” y la
resignación de “Canción para el fin del mundo”, sin dejar de ser fieles a la particular
esencia de los Igløø más clásicos, la que reflejan
en títulos como “Han Solo”, “Todo” y “Mi gran evasión”.
A menudo las incógnitas de
algunas ecuaciones sólo son incógnitas porque nos resistimos, en vano, a
despejarlas. No puede ser casualidad que hasta en dos ocasiones, en la inicial
“La máquina de fabricar relámpagos” y en “Halloween vs. Samaín”, se clame si
hay alguien ahí, negando una respuesta hasta que en “HADA” finalmente se revele
aquello que nunca habríamos querido escuchar: “No hay nadie”. La angustia, existencial y sentimental, junto a la
inevitable tensión social que estamos sufriendo (“ya puestos a ser sinceros, que rueden cabezas y miembros”), son las
fuerzas que mantienen en funcionamiento los motores del cuarteto formado en
esta ocasión por Beni Ferreiro, Pablo López Juan, Fran Rodríguez y Juanma
Fernández, a quienes hay que sumar las colaboraciones de Paco Román
(Neuman), César Quero y Javier Ajenjo (Yani Como), Fer Areal y Rodri Ezequiel
(the Vog), Adolfo Langa, Jorge Ortal, Iago Lorenzo y Xoán Xil. Pero aunque el
deseo de evasión (“¡quiero escapar!”,
“pido la cuenta y me voy”) y el
hastío (“¿a nadie más le gusta estar
soñando con perdernos en túneles del tiempo?”) se hallan presentes en todo
el discurso de El conjunto vacío, y a pesar de la tentación de ceder ante la
rabia (“¡quiero estallar ya!”, “cierro el puño y no planeo, hierve la
sangre”) o de rendirse ante una apocalíptica justicia universal (“nos parece el fin del mundo y aún así nos
reímos juntos”), el mensaje con el que deberíamos quedarnos, tal y como se
nos sugiere en la bellísima “Todos los días amanece”, es el de que siempre
habrá una nueva oportunidad: “Empieza de
cero”.
En el fantástico diseño del
álbum, sobre fotografías de Carlos Magariños, Verónica Gómez y Xabier Guimarey,
se insinúa a la perfección todo lo efímero de la existencia: unas zapatillas
condenadas a luchar contra una marea que no tolerará la pervivencia de sus
huellas, el reflejo de unos cuerpos cuya presencia es únicamente
circunstancial.
Ahora solo nos queda, gracias
al esfuerzo y dedicación de todas las personas implicadas en su gestación, disfrutar
de las once canciones de El conjunto vacío.
Reseña de Pablo Lede
PRIMERAS FECHAS DE LA GIRA:
Viernes, 14 de junio: A Coruña (Sala Mardigras)
Viernes, 21 de junio: Pontevedra (Sala Karma)
Sábado, 22 de junio: Vigo (La Fábrica de Chocolate)
Jueves, 27 de junio: Madrid (Costello Club)
Jueves, 4 de julio: Razo (Festival Pop Up!)
Viernes, 5 de julio: Vilagarcía (Sala Samá Samá)
Sábado, 20 de julio: Sarria (Sala El Bosque)
15, 16, 17 de agosto: Aranda de Duero (Sonorama)