Mileurista Gourmet me lo pone fácil hoy. Los comentarios a los vinos que están entre los diez primeros de su III Ranking de vinos españoles por debajo de 10€ son suyos. Los resultados son responsabilidad de todos los que ayudamos, participando en una rigurosa y bien montada cata a ciegas de todas las botellas mandadas. Con sinceridad, creo que afinamos como pocas veces. La felicidad, por ahora, es de los que conocemos estos vinos. Pero os animo a que, tan pronto como podáis, sea tambiñen vuestra. Buscad estas botellas y sabréis lo que es bueno. Tengo recuerdo bueno de casi todas ellas (tampoco tomé tantas notas...), pero vaya, me hace especial ilusión que estén ahí arriba las botellas de Sebio, de Lagar de Costa, de A Pedreira, de Algueira y de Albamar. Los vinos que hacen, además, Sebio, Rodri, Rafa y Xurxo, son vinos de amigos. Mi felicidad es, pues, completa. Esta noche abro algo a la altura de las circunstancias, vamos. Y ustedes, ¡que disfruten del listado!
Número 10: Tilenus Roble - Estay Prieto Picudo
Por primera vez en la historia de este
concurso, dos vinos se disputan el décimo puesto con identidad exacta de
puntuación. No era justo descartar a ninguno de ellos, así que compartirán el
galardón.
Uvas distintas, diferentes bodegas y
elaboraciones, pero pocos kilómetros las separan en ese paraíso vinícola en el
que se empieza a convertir la tierra de León. Por un lado en forma de la uva
reina autóctona, encarnada en Tilenus Roble 2008 de Bodegas Estefanía, una
versión sutil y sosegada de la mencía, sabrosa y con enjundia. Por otro lado
con uno de los valores en alza que muchos productores empiezan a dignificar, y
con éxito, por cierto. La uva prieto picudo saca su vertiente más directa,
precisa y frutal en este Estay 2010 de Dominio Dos Tares. Dos joyitas que irán
de miedo con el clásico Botillo o para los que en Navidad acostumbren a darle
al asado.
Número 9: Líbido by DSG
Ya en solitario, la historia va de garnacha.
La uva de moda este año que nos ha encandilado a todos, incluido al nuevo
fichaje de Parker. En Navarra saben mucho de esta uva, a la que nunca
renunciaron, y cuando tipos como David Sampedro, capaz de interpretar la Rioja
más fresca, se hacen con viñas viejas de montaña, el resultado sólo puede ser
óptimo.Líbido 2010 es un vino complejo,
especiado, sutil y sugerente, muy terso en boca y nada empalagoso. Una garnacha
muy francesa. Si en Navidad son de cordero, este es su vino.
Número 8:The Flower and The Bee Blanco
No podía faltar la nueva cara de Ribeiro,
comprometida con lo autóctono y con el trabajo de viña, pero con una imagen
moderna. Atrás quedaron los terribles vinos de cunca a base de tristes
palominos. En The Flower and The Bee 2011 de Coto de Gomariz, se nota la mano
de Xosé Lois Sebio que precisamente consiste en dejar expresarse a la viña,
resultado: treixadura y elegancia. Un vino aromático pero sin excesos, carnoso
y con sensaciones grasas, fruto de una añada cálida, pero con acidez, fuste y
frescura de sobra para hacer un vino equilibrado, directo, sabroso y accesible
para todos. Pónganlo en la mesa de los aperitivos y ya verán como no llega ni a
la segunda tosta de salmón. Sobre todo si uno anda cerca.
Número 7: Lagar de Costa
El único vino que repite del año pasado y,
además, escala un puesto. Toda una lección de buen criterio, serenidad y de qué
hacer con una buena finca de albariño sin estridencias. Lagar de Costa 2011 es
el equilibrio de un blanco fresco pero amable que dificilmente disgustará a
nadie. Perfecto si en su mesa navideña tienen cabida los bivalvos. Si no,
también.
Número 6: Borsao Selección Joven
Otra vez garnacha, aunque esta vez de Campo de
Borja, y con un vino que, por cierto, re-aparece tras su incursión en el primer
ranking. Si antes hablábamos de la garnacha sutil y afrancesada, aquí tenemos
la más frutal y rompedora de estilo australiano. Borsao Selección Joven 2011
ofrece moras y demás bayas que puedan imaginar, con ese punto varietal, de
bizcocho borracho pero sin empalagar. De trago largo. Irá de miedo con el
capón, pero tampoco teman reservar el último trago para los postres. Mojen en
él una marquesa, y luego me cuentan.
Número 5: Pago de Valdoneje
Volvemos al Bierzo de la mano de Bodegas
Valtuille cuyo vino, 100% mencía ,Pago de Valdoneje hizo levantar la vista a la
mayor parte de los catadores. "Terroir", "mineralidad" y un
"punto salvaje", fueron algunos de los comentarios que resumieron
sobre todo su espectacular boca. Poco más que añadir, salvo que si en su mesa
la caza hace acto de presencia en cualquier modalidad, este es su vino.
Número 4: Finca A Pedreira
La revelación de la jornada, un pequeñísimo
proyecto, fruto de la tradición elaboradora de una familia. Apenas unas pocas
botellas para cubrir el mercado local, una deliciosa finca de albariño viejo y
unos jóvenes herederos con una dirección clara, la de los vinos de terroir que
su amigo y mentor, Rodrigo Méndez, lleva a cabo. Su nombre, Finca a Pedreira
2011, y su sino - excepcionalmente definido a ciegas por Xoán Cannas en sus
hojas de cata- "la perfección de la imperfección". Vibrante, sabroso,
eléctrico. Albariño sin paños calientes. Hagan la prueba de maridar este vino
con un cochinillo al horno, y luego me cuentan.
Número 3: El Carro de Viñedos Culturales
Sin duda la sorpresa y el deleite de los
amantes de lo natural, lo irreverente, lo gamberro que demuestra la
independencia de este Ranking, por ser lo contrario a lo homogéneo, sin
necesidad de exuberancias. Un vino que demuestra la filosofía de su autor, Rafa
Bernabé y sus Viñedos Culturales que, en resumen, reza un canto a la tierra y a
la viña: "Dame y te devolveré". Dudo que nunca un moscatel de
alejandría haya hecho tan evidente el terroir como este El Carro 2011. Desde la
sequedad y la frescura que aporta su sensacional acidez, muestra la salinidad y
el descaro del mediterráneo. Seco, voluminoso, grueso e interminable en boca.
Si este es el vino de su cena, no tenga problema en servirlo desde el canapé
hasta la última peladilla. Una pasada.
Número 2: Algueira Tinto Joven
Vuelve la mencía, esta vez desde la cara
jovial, directa y sin corsé que sólo puede ofrecer la Ribeira Sacra. Con el
oficio de uno de los productores de más calidad de grandes tintos de guarda en
la zona, y de todo el país; antes o después el vino joven tenía que dejar de ser
una asignatura pendiente. Algueira lo hace como todo, por la puerta grande,
colándose como segundo en la cata con Algueira Joven 2011 un poema varietal de
fruta que no dejó indiferente a nadie en la cata. Sírvalo con los aperitivos y
verá como el gran reserva que tenía preparado se queda sin abrir.
Número 1: Albamar
El ganador de la Edición 2012, una lección
para todos los productores de grandes blancos de este país, fruto de una finca
de ensueño donde el río Umia se hace mar, y del trabajo de un tipo excepcional,
Xurxo Alba, que aúna juventud, trabajo, porosidad, inquietud y constancia
suficientes como para acabar siendo un gran viñerón que nos enorgullecemos de
presentar. Sus vinos, en constante crecimiento, son un resumen de todo eso y
Albamar 2011 es la culminación que ratifica la seriedad del proyecto. El azar
quiso que este año no hiciera maloláctica y nos enseñara con precisión lo más
auténtico que el albariño sin subterfugios puede dar de sí. Un blanco fiel a su
zona, aromático sin excesos, crujiente y colorido, sabroso con peso de fruta,
mineral, con gran músculo y, sobre todo, de trago largo. Delicioso pese a que
todavía no ha dado lo mejor de sí.