Hoy retomamos desde nuestro estudio de arquitectura DG Arquitecto Valencia nuestra serie de posts sobre iluminación, hoy es el turno de la lámpara Funiculí de Marset.
El modelo actual se trata de una reedición de la lámpara diseñada en 1979 por Lluís Porqueras, caracterizado por la sencillez de sus diseños:
"Las cosas que hacía eran sencillas. Aunque el proceso industrial tuvieras 25 operaciones, el resultado final era de una simplicidad absoluta, me interesaba sacar, sacar, y sacar hasta dejar la esencia del objeto útil y sencillo."
La lámpara Funiculí es un gran ejemplo de esta forma de diseñar, una lámpara sencilla en la que se elimina todo lo superfluo para llegar a la esencia del objeto.
A pesar de sus más de 30 años de vida, su diseño sigue siendo totalmente actual, gracias en parte a esta gran sencillez que ha hecho que el tiempo no pase por ella.
Su nombre se debe al concepto de movimiento funicular, la lámpara está formada por un sistema de dos pinzas que permiten realizar el movimiento de subida y bajada tan característico de los funiculares, lo que permite que la altura se pueda regular de una forma sencilla adaptándola en cada momento a las necesidades del usuario.
Está lámpara se caracteriza por su base recubierta en su contorno por goma y por su pantalla con capacidad de giro de hasta 360 grados.
Podemos encontrar tres versiones de esta lámpara, para pared, de mesa y de pie, así como tres colores: Negro, rojo, beige, gris y blanco.