Hoy os quiero enseñar un encargo lleno de contradicciones e impedimentos. Se trata de un delantal que le regala su marido a mi amiga Laura. Lleva esperando más de un año, lo intenté publicar ayer pero un jaquecón me impidió abrir el ordenador, mi amiga odiaba el rosa (como veis hablo en pasado)..... Pero vayamos por partes.
Laura quería un delantal a su medida, que fuese único, que fuese SU delantal. Ya el año pasado me lo pidió por su santo, pero se juntó con los encargos de Navidad y fue imposible. Este año hemos ido con tiempo y después de rechazar la pashmina de Tous que le regalaba su marido, sí, oís bien, ¡¡he prevalecido sobre una preciosa pashmina de Tous!!, le tomé medidas para que al fin tuviese su ansiado delantal. ¡Y aquí está!
Para el nacimiento de su primera hija, Laura dejó bien claro en su entorno que no quería nada rosa, que le parecía un color cursi. Así que todas nos esforzamos en buscarle alternativas. Dos años después, no sólo le parece un color precioso para su segunda hija, sino que ella misma quiere y hasta necesita rodearse de rosa, super rosa.
Así que cuando vi esta tela con fondo blanco y tazas y teteras rosas, no lo dudé: era su tela. Y es que Laura va a todas partes con su bolsito (con forma de taza de té) lleno de infusiones para cuando surge la ocasión. Combinada con la tela de lunaritos hace un juego muy bonito que sabía que ella también iba a apreciar, pues le encantan los lunares.
Tanto le ha gustado que ya me ha pedido que le haga algunas cosas más para su cocina, con esta tela que parece que han hecho para ella.
Y ahora me doy cuenta que no he hecho fotos al forro del delantal, que por supuesto es: rosa con lunaritos blancos en otro tono diferente!!!
¿Veis cómo es un delantal lleno de impedimentos y contradicciones?
Y por hoy nada más, que disfrutéis de la semana y que vuestros impedimentos y contradicciones sean tan felices como los de este delantal!!! Besos a todas.