Una figura un tanto común en una sociedad de HIPOCRESÍA, son aquellos que fingen para alcanzar un objetivo. Parecen perfectos, sus vidas son aparentemente agradables, personas elegantes, disponen de sentido del humor, parecen inteligentes, son muy sociables, etc…Pero en realidad, detestan a los demás, humillan cuando pueden, desprecian sin compasión y persiguen un objetivo oculto en sus actos. Viven la vida actuando y convenciendo a los demás que son los mejores, cuestionando a otros y actuando de forma convincente ante la mirada atenta del que juzga. Son capaces de convencer a psicólogos o a Jueces de que son personas intachables. Se creen perfectos y convencen de la seguridad de su propia ignorancia. Son capaces de fingir que hacen y no hacer nada. Muchos de ellos corren y apuran para parecer estresados cuando en realidad no tienen prisa, su vida es amargura y calvario. No son capaces de ser felices, organizan la vida de los demás cuando no saben organizar la suya.
Una figura un tanto común en una sociedad de HIPOCRESÍA, son aquellos que fingen para alcanzar un objetivo. Parecen perfectos, sus vidas son aparentemente agradables, personas elegantes, disponen de sentido del humor, parecen inteligentes, son muy sociables, etc…Pero en realidad, detestan a los demás, humillan cuando pueden, desprecian sin compasión y persiguen un objetivo oculto en sus actos. Viven la vida actuando y convenciendo a los demás que son los mejores, cuestionando a otros y actuando de forma convincente ante la mirada atenta del que juzga. Son capaces de convencer a psicólogos o a Jueces de que son personas intachables. Se creen perfectos y convencen de la seguridad de su propia ignorancia. Son capaces de fingir que hacen y no hacer nada. Muchos de ellos corren y apuran para parecer estresados cuando en realidad no tienen prisa, su vida es amargura y calvario. No son capaces de ser felices, organizan la vida de los demás cuando no saben organizar la suya.