Hubo un momento que pedí ayuda desesperada al 112 camino de la capital y aparecieron unas ángeles de la guardia dentro de una UVI móvil.
Salieron a nuestro encuentro y atendieron magníficamente a nuestra agotada chica con SD.
De película, lo malo es que la protagonista era nuestra pequeña.
¡¡ Venga Teresa, aguanta mi cielo, que esto esta ya casi ganado!!.