El circuito de Silverstone implica mucha potencia en el motor, sobre todo teniendo en cuenta que en casi el 66% de la vuelta se va con el gas a fondo. Los frenos apenas sufren, dado que en la primera parte del circuito apenas se tocan.
El periodo de aceleración máxima es de 12 segundos, unos 890 metros. El consumo por vuelta aproximado es Silverstone es de 2,4 Kilos.
Otro factor a tener en cuenta en Silverstone son las condiciones climatológicas. En este circuito el viento suele ser muy fuerte, y además hay que tener en cuenta que la lluvia puede hacer presencia en el trazado en cualquier momento, dado que se encuentra en una zona muy propensa a las precipitaciones.
Los equipos suelen quitar ala al llegar a Silverstone para afrontar la rapidez del circuito. Además es importante contar con un motor potente.
El circuito de Silverstone requiere una alta carga aerodinámica. El máximo rendimiento se consigue con un buen equilibrio entre la parte delantera (ha de ser dura) y la trasera (tiene que ser más blanda), dado que se necesita buen apoyo en la parte delantera para afrontar las curvas rápidas del circuito, y un buen agarre en la parte trasera para negociar las curvas lentas de la última parte del trazado.
Los neumáticos sufren mucho debido a las curvas muy rápidas que hay aquí. Como ya comentamos, los frenos no sufren mucho porque en la primera parte del trazado apenas se utilizan.
El coche tiene que tener mucha altura para que el piloto vea bien en las zonas de baches. En cuanto a las paradas, las posibilidades de lluvia hacen que las estrategias puedan cambiar.